Donde dije digo, digo Diego. Así se puede resumir el comportamiento de Steve Case con respecto a su forma de actuar con el gigante de comunicación Time Warner.
Hace poco más de dos años apostaba fuertemente por el portal America Online y AOL Time Warner; para pasar, el pasado mes de enero, a dimitir como presidente de AOL Time Warner. Ahora, Case nos sorprende con el apoyo a favor de una posible escisión de AOL.
Si bien esta actitud contradice su decisión anterior de mantener la filial de Internet y dar tiempo a los directivos de la misma para relanzar el negocio. También, es cierto, que su actual postura responde a la pérdida constante de preeminencia en el mundo de Internet.
Todo ello, unido a una caída de las cotizaciones en Bolsa (que de los antiguos 56 dólares a los que se intercambiaban las acciones en mayo de 2001 se han llegado a un cambio de 14,71 dólares en mayo de 2003), ha provocado el enfurecimiento de los inversores que confiaron en su día en Steve Case y Gerald Levin, autores de la fusión, y han acabado cerrando 2002 con unas pérdidas de hasta 98.696 millones de dólares.