Si el pasado lunes el sector se sorprendía con el anuncio de la compra de JD Edwards por parte de PeopleSoft, cuatro días después la decisión de Oracle de lanzar una OPA hostil sobre el cien por cien de las acciones de PeopleSoft ha terminado de caldear el ambiente.
La operación emprendida por Oracle, y valorada en más de 4.300 millones de euros, ya ha sido definida por muchos como una clara maniobra para bloquear la adquisición de JD Edwards por parte de PeopleSoft. En este sentido, Craig Conway, CEO de PeopleSoft, ya se ha apresurado a declarar que la acción propiciada por Oracle es “un ejemplo de mal comportamiento por parte de una compañía con antecedentes”. Asimismo”, añade Conway, “obviamente, este es un intento para desbaratar la adquisición de JD Edwards”.
El verdadero motivo de esta OPA no será conocido seguramente hasta el próximo otoño, fecha en la que se prevé se habrán solucionado los términos del acuerdo. A pesar de que Larry Ellison, presidente y consejero delegado de Oracle, señaló nada más lanzarse la compra hostil que “Conway le propuso hace un año la posibilidad de unir los dos negocios”, los analistas confirman que se trata de una maniobra por parte de Oracle para desbaratar la compra de JD Edwards. Si esta fusión llegase a buen puerto, Oracle, pese a que es la primera compañía en gestión de bases de datos, se tendría que ver las caras con un “coloso” que coparía buena parte del mercado de software de gestión, un negocio en el que hasta ahora, y al actuar por separado, las dos compañías no suponían una amenaza tan importante para este fabricante.
Oracle, el segundo fabricante de software mundial, consiguió en 2002 unos ingresos por ventas de 8.270 millones de euros. Por su parte, la combinación de PeopleSoft y JD Edwards daría como resultado una compañía con unos ingresos anuales de 2.387 millones de euros.
