La climatología afecta a las infraestructuras de las empresas y la temporada de verano no es una excepción. Los riesgos de apagones, el aumento de las temperaturas o las tormentas son amenazas latentes que provocan fallos en los sistemas eléctricos.
Por otra parte, las subidas o picos de la corriente eléctrica pueden producirse en cualquier momento y la presencia de equipos potentes, como los aires acondicionados, también causan sobrecargas. Todas estas fluctuaciones de la energía pueden originar daños permanentes a equipos electrónicos sensibles y de gran valor, sino que también suelen provocar su inactividad, disminuir la productividad y hacer que se pierdan datos.
En este sentido, Demetrio Gatos, director general de APC en España, considera que las empresas no suelen tener en cuenta las cuestiones climatológicas, “la mayoría utiliza sistemas de alimentación ininterrumpida (SAI) o supresores contra sobretensiones para proteger sus PCs pero no comprenden la necesidad de protección ante otras posibles alteraciones del suministro eléctricos que provienen de otros periféricos e incluso de las líneas telefónicas”, dado lo cual desde APC recomiendan también “la protección de todos aquellos dispositivos que estén conectados al ordenador como impresoras, líneas de comunicación telefónica, fax, módem, así como aquellos aparatos electrónicos susceptibles de sufrir daños”.
La propuesta de APC es, en primer término, mantener a salvo el hardware; después, elegir una regleta que proteja contra sobretensiones que transmita un reducido flujo de voltaje para proteger más eficazmente los equipos y, en tercer lugar, elegir acertadamente un SAI, “uno que cuente con batería capaz de proporcionar autonomía durante un tiempo determinado al PC de manera que el usuario pueda salvar los datos ante un apagón u otra alteración de la energía”.
