Nokia acaba de presentar sus resultados relativos al segundo trimestre. En dicho periodo, el fabricante finlandés ha obtenido un beneficio neto de 624 millones de euros frente a los 862 del año anterior, lo que supone una caída del 28 por ciento.
Las ventas de Nokia aumentaron un 1 por ciento, hasta los 7.000 millones de euros, una cifra ligeramente inferior a la prevista.
En lo que respecta a la facturación de la división de móviles esta se elevó un 2 por ciento, hasta los 5.500 millones de euros.
Por áreas geográficas, la compañía ha obtenido unos resultados dispares. Así, mientras que en Europa, Nokia ha conseguido una buena facturación, el mal comportamiento de las ventas en Asia/Pacífico y mayoritariamente en Estados Unidos han minado el conjunto.
Este resultado ha marcado de lleno las previsiones de la compañía para su tercer trimestre, que ya prevé que durante este periodo las ventas de la división de redes bajarán entre un 15 y un 20 por ciento, al igual que la facturación de la filial de terminales móviles.
