EMC explica su estrategia para escalar la infraestructura con un presupuesto rígido

EMC propone gestionar el Ciclo de Vida de la Información para mejorar la
productividad de la empresa. Se trata no tanto de un servicio o producto
como de una estrategia proactiva que se enfoca en el negocio.

Publicado el 06 Nov 2003

La información se duplica cada año dentro de las empresas, pero los presupuestos para gestionarla no, muy al contrario suelen reducirse. Este es el principal problema al que se enfrentan a menudo los gestores de información dentro de las compañías, tal y como explica Miguel Salgado, director comercial de EMC para el área Centro y Oeste de Europa.

Para Salgado manejar con éxito los datos de las empresas supone hacer frente a toda una serie de retos entre los que destaca: poder escalar la infraestructura con un presupuesto rígido; escalar los recursos para gestionar la complejidad; conseguir disponibilidad y protección de información crítica a coste óptimo; y priorizar la gestión de información y utilizarla en función de su valor para el negocio.

Para controlar la nueva información sin aumentar los costes de inversión es necesario gestionar el Ciclo de Vida de la Información (Information Lifecycle Management o ILM). Esta ILM no es ni un servicio, ni un producto, sino una estrategia proactiva de la información para enfocar el negocio, comenta el directivo de EMC. Entre sus características cabe destacar que no se centra en la tecnología disponible por parte de la empresa, sino en el negocio mismo; debe aunar criterios y basarse en un único enfoque; es heterogénea y aparece alineada con el valor de los datos.

La propuesta de EMC es aplicar en el entorno de la ILM tanto servicios, como gestión de almacenamiento como plataformas de almacenamiento en red, software de infraestructura y software de gestión de la información. El proceso de gestión de ILM se desarrollaría en cuatro fases como son: clasificar datos y aplicaciones basadas en las reglas del negocio; implantar políticas con herramientas de gestión de información; gestionar los entornos de almacenamiento; y, por último, nivelar los recursos de almacenamiento para alinearlos con los tipos de datos.

Con todo ello, los beneficios que se pueden obtener las compañías son desde mejorar la utilización de activos a través de la consolidación, hasta simplificar y automatizar la gestión, pasando por ofrecer más soluciones a coste más efectivo, asegurar la simplicidad u ofrecer niveles de servicio óptimos al TCO (coste total de propiedad) más bajo.

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Redacción RedesTelecom

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