Aunque el director general para España y Portugal de D-Link, Luigi Salmoiraghi, asegura que la tecnología inalámbrica no ha sido la panacea de 2003 ni la responsable de esta salida de la crisis, sí reconoce que las soluciones wireless han conseguido animar el mercado de la conectividad y, en el caso de D-Link, han supuesto hasta el 30 por ciento de su facturación. Una cifra nada desdeñable que se completa con el aumento del crecimiento de las ventas en un 54 por ciento con respecto a la facturación de 2002, explica Salmoiraghi.
El balance de este año que se cierra, por parte del directivo, es bastante positiva: con un aumento de ventas no sólo en tarjetas, sino también en puntos de acceso, periféricos inalámbricos y antenas, además de la apertura de oficinas en Portugal, un mercado en crecimiento donde abordamos el sector de las operadoras y las telecomunicaciones en general. Ahora, la previsión para el año próximo es crecer entre un 30 y un 35 por ciento en la Península Ibérica.