Aramiska, operativa desde el uno de enero de 2001, fue fundada en Holanda por Philipe Bodart, Luc Temmerman y Steve Petrie, quienes actualmente desempeñan los cargos de consejero delegado (Bodart), vicepresidente de Desarrollo de Negocios (Temmerman) y responsable de ventas en el Reino Unido (Petrie). Tres años más tarde, Aramiska está presente en Francia, Bélgica, el Reino Unido y España, además de operar también desde Irlanda y poder suministrar sus servicios a cualquier país de Europa Occidental.
Para acceder a los servicios de Aramiska sólo es necesario disponer de un ordenador, ya que los equipos para garantizar la conexión y la instalación de los mismos son proporcionados por la compañía. Así lo explica Javier Herrero, máximo responsable de la multinacional en la Península desde que Aramiska se instaló en España en 2002. El directivo advierte que este tipo de servicio de banda ancha no requiere la adquisición de hardware o la reconfiguración de programas.
La infraestructura de Aramiska se asienta sobre tres vértices. Uno de ellos está situado en Bélgica, el segundo está en casa del cliente y el tercero es el vértice de unión o enlace de los otros dos: el satélite Eutelsat AB2.
El primer vértice sería el centro de operaciones de Aramiska, ubicado a las afueras de Bruselas, en Liedekerke, donde la multinacional dispone de una lanzadera que opera Belgacom, una parábola de 8 metros de diámetros que hace las funciones de enlace con el satélite.
Otro de los vértices es el satélite. Se trata de Eutelsat AB2, lanzado a finales del año 2000 y situado a 8 grados Oeste. Tenemos capacidad de transpondedores contratados para toda la vida del satélite -aproximadamente 15 años- y está limitado para unos 30.000 clientes, aclara Herrero. El satélite cubre Europa Occidental desde el este de Polonia hasta Irlanda y desde el sur de Suecia hasta Cádiz.
El último vértice es el situado en la casa del cliente. Está compuesto básicamente por una antena y dos cajas, el ARC y el IDU. Dentro del ARC aparece un conector Ethernet 10/100 Gigabits y desde ahí se hace la distribución con el cliente o con la población si se trata de un colectivo.
Aramiska ofrece este servicio de acceso a banda ancha de Internet comercializando tres tipos de paquetes, desde el más básico al más profesional. Este último permite utilizar un servicio de satélite a una velocidad de más de 2 Mbps sin límite de transferencia de caudal y el número de ordenadores que pueden acceder al servicio al mismo tiempo es independiente del paquete contratado.
La propuesta más novedosa lanzada al mercado por la multinacional holandesa ha sido el servicio ARC 2000+, ofertado a través del satélite Atlantic Bird 2 de Eutelsat y capaz de facilitar una conexión de banda ancha por satélite bidireccional con una velocidad de transmisión de bajada de 2.048 kbps y de 512 kbps de subida.
Con esta tecnología, Aramiska ha conseguido cerrar el año recién finalizado con 3.000 clientes a nivel global, de los cuales 500 están en el continente europeo y de ellos 250 pertenecen a España. Ahora la previsión es lograr a lo largo de este 2004 unos 7.500 clientes en el total de la empresa: 2.500 procederán del continente y de éstos 1.000 corresponderán a nuestro país.
El responsable de la multinacional en España comenta que en este momento, el 60 por ciento de la demanda de Aramiska proviene de las colectividades, es decir, de los ayuntamientos o de parques industriales que quieren combinar nuestra solución con algún tipo de acceso, ya sea Wi-Fi con satélite o PLC (Power Line Communication) con satélite. De hecho, combinar estas tecnologías con satélite es lo más solicitado. El 40 por ciento restante procede de empresas individuales, en su mayoría pymes, que necesitan contar con acceso a banda ancha propio.
El perfil de entidad que acude a Aramiska es la pequeña y mediana empresa o una institución que actúa como una pyme, es decir, la sucursal de un banco, un colegio, una clínica, una fábrica que pertenece a una corporación o un ayuntamiento. En realidad, lo que define nuestro cliente es cómo opera la unidad de negocio y habitualmente suele ser una empresa con un número de empleados entre 30 y 100 personas, señala Herrero.
Aunque en sus inicios, la compañía ofrecía sus servicios de acceso a banda ancha para Internet en aquellos lugares donde no podía llegar el ADSL, Aramiska asiste ahora a un cambio en la tendencia del mercado de manera que el satélite es solicitado para sustituir al ADSL. El máximo responsable de la firma en nuestro país argumenta esta variación en la demanda debido a nuestro modelo de gestión distribuida. En aquellos lugares donde también hay cobertura de ADSL, las empresas estudian nuestra oferta porque les damos un servicio completo que incluye no sólo el acceso a banda ancha, sino también servicios de valor añadido como un escaneo de virus constante que vigila todos los correos entrantes a la red, registro de dominio, cortafuegos, servidor de correo, caching y servicios profesionales relacionados con el protocolo IP para que el acceso de banda ancha sea productivo para la pyme desde el primer día.
Si bien en España actualmente el 80 por ciento del mercado de Aramiska está donde no llega el ADSL, en el Reino Unido entre un 15 y un 20 por ciento de los clientes proceden de zonas con cobertura ADSL precisamente por esos servicios de valor añadido que damos. Y ya empezamos a ver esa tendencia en España, matiza Herrero, además proporcionamos el servicio garantizando unos niveles de velocidad de acceso, algo que en ADSL no se garantiza. Nuestra gran distinción es que somos un servicio profesional y, en este país, cuando se habla de ADSL se piensa en el mercado doméstico. Al usuario final se le ofrece un acceso de banda ancha con un nivel de calidad no garantizado y una empresa no puede depender de una velocidad impracticable y variable.
Junto con esta sustitución del ADSL por la conexión vía satélite, las otras dos novedades del mercado de acceso a banda ancha son combinar el satélite con Wi-Fi y PLC. Hay un auge tremendo del Wi-Fi, una tecnología capaz de tirar mucho de la demanda durante los próximos dos o tres años y que se complementa con nuestra oferta. Colocamos una instalación fija con una antena principal y se distribuye con Wi-Fi, indica el directivo. La otra opción es probar con el PLC, tecnología apta para la transmisión de datos a través del tendido eléctrico. Las compañías eléctricas nos necesitan porque la distribución de la señal para banda ancha muchas veces no está garantizada con el tendido, a veces hay una pequeña subestación en un pueblo y es mucho mejor valerse de un pequeño acceso con nuestra ayuda y moverse con una red local que tratar de llevar la señal de datos hasta una central eléctrica grande. Internet por satélite tiene mucho futuro por delante.
