La operadora de cable Ono obtuvo un beneficio neto de 97,01 millones de euros en el ejercicio 2003, debido a la contabilización de elementos extraordinarios por importe de 298,26 millones de euros derivados, fundamentalmente, de la plusvalía por la recompra y cancelación de 503 millones de bonos. Al margen de los extraordinarios, registró una pérdida neta de 148,25 millones de euros.
En cuanto al beneficio bruto de explotación (EBITDA), Ono alcanzó los 102,1 millones de euros, cifra que multiplica por 6,4 los 15,8 millones de euros de 2002, gracias al mantenimiento de los costes operativos.
Asimismo, los ingresos de Ono crecieron un 41,5 por ciento, hasta los 358,6 millones de euros, un incremento que se debe fundamentalmente al aumento en el número de clientes residenciales. Los servicios al mercado empresarial representaron el 8,2 por ciento del total, frente al 7,5 por ciento de 2002. En cuanto a los servicios residenciales, los ingresos de telefonía crecieron un 38,2 por ciento, hasta los 184 millones de euros, mientras que los de televisión aumentaron un 33,2 por ciento y alcanzaron los 83 millones de euros.
Por su lado, los ingresos procedentes del acceso a Internet se elevaron a 62,3 millones de euros, un 59 por ciento más. Mientras, los ingresos del mercado empresarial se elevaron a 29,2 millones de euros, lo que representa un aumento del 53 por ciento en comparación con el año anterior.
Ono cerró el ejercicio con 594.000 clientes, lo que implica un incremento del 21 por ciento respecto al año anterior. De este total, 581.000 son clientes residenciales, un 21 por ciento más que en 2002. Junto a esto, en el segmento corporativo, la operadora cuenta con más de 13.000 clientes, lo que representa un aumento del 51,9 por ciento.
