“La tecnología incide en el aumento de la productividad y la situación actual es que la productividad no se está incrementando. Nos estamos alejando de la media europea”. Con estas palabras, Francisco Ros Perán, nuevo Secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, inauguraba la VIII edición de Globalcom, el Congreso Internacional de Telecomunicaciones y que este año será el de la “recuperación”, según sus promotores.
En este sentido, y bajo la perspectiva de alcanzar la tan ansiada recuperación del sector, Ros ha matizado que en estos momentos, la tecnología en España se encuentra en un estado de poco crecimiento aludiendo que “estamos atravesando un déficit de contenidos que está ahogando la demanda”. Para impulsar la demanda de la banda ancha hacen falta contenidos que motiven a los usuarios, y para que la creación de los mismos sea rentable es necesario que exista demanda. Desde este punto, El Secretario aboga por “romper este círculo vicioso para convertirlo en un círculo virtuoso”, de modo que la aportación de contenidos para la banda ancha se convierte en una fuente de riqueza basada en “el potencial intelectual”.
El secretario puntualiza que “hay que romper la situación del mercado, al que únicamente se le podrá hacer frente a través de la modernización y la colaboración de todos. El Estado debe ayudar a esta modernización creando un marco regulatorio estable, transparente y dinámico pero las empresas también deben poner de su parte”, matiza el responsable de telecomunicaciones.
Bajo este punto de vista, Ros aboga por potenciar áreas clave como la Televisión Digital Terrestre, la Informática en la Educación, la Administración Electrónica, que según Ros “juega un triple papel como elemento dinamizador del sector como cliente generador de una gran demanda de tecnología; ejemplificante para el resto de empresas; y generador de incentivos para que los ciudadanos se acerquen a Internet para poder llegar a la Administración”. Todas estas iniciativas y líneas de trabajo tienen como objetivo reducir la brecha digital, además de crear una regulación adaptada a los requisitos que se demandan.
