Con esta acción, Ono cumplía la promesa realizada el pasado mes de diciembre cuando acordó la compra de la compañía y se comprometió a realizar aportaciones de fondos para asegurar la atención de las necesidades financieras de Retecal.
Al cierre del ejercicio 2003 la operadora castellano-leonesa era independiente, aunque la mayor parte de sus socios estaban de acuerdo en vender sus acciones a Ono a cambio de acciones de la misma, acuerdo que se materializó el pasado mes de febrero. Pero, aún así, las pérdidas acumuladas por la entidad se traducían en un patrimonio desequilibrado, ya que los fondos propios del organismo ascendían a 91,9 millones de euros, mientras el capital suscrito estipulaba 161,7 millones de euros, según recoge el informe de la auditoria sobre Retecal, una situación no permitida por la ley si se alarga durante más de un año, ya que la diferencia era inferior a los dos tercios.
De esta manera, la iniciativa de Ono busca paliar esta situación. La operadora ha firmado un préstamo participativo por importe de 30 millones de euros a favor de Retecal, que se materializa a través de bonos de alto rendimiento. Y ello, a pesar de que la operadora presidida por Eugenio Galdón no posee el total de las acciones ya que Hidrocantábrico no vendió su parte, de forma que Ono pose el 61 por ciento de Retecal. Estos fondos permitirán a la operadora de Castilla y León restablecer su estructura patrimonial y seguir adelante con su negocio sin interferencias contables.
