Aunque el reciente cierre en nuestro país de algunas subsidiarias de multinacionales pudiera indicar lo contrario, una reciente investigación encargada por BT a DMR Consulting desvela que España cuenta con un perfil favorable para atraer las inversiones extranjeras de aquellas entidades que vean en el offshoring una respuesta para mejorar sus procesos de producción.
Según el análisis, que incluía a países como India, Hungría, México, Reino Unido, Francia, Alemania y España, aunque los costes de mano de obra son un 35 por ciento por encima de India, Hungría y México, la productividad en nuestro país es hasta 10 veces superior.
En opinión de Luis Álvarez Satorre, director general de BT España, “la investigación demuestra que nuestro país es una oportunidad para la deslocalización que las compañías de otros mercados deberían tener muy en cuenta. La combinación de distintas variables, convierten a España en un destino muy cualificado para el establecimiento de actividades relacionadas con los servicios de valor añadido”.
La reducción de costes no es el único atractivo que ofrece España para la inversión extranjera. Así, el hecho de poseer una infraestructura muy desarrollada, economía de bajo riesgo con un crecimiento sostenido por encima de la media europea y una cultura desarrollada en un entorno global influyen de forma positiva, y más aún si tenemos en cuenta que el marco legislativo empieza a ser muy favorable para estos negocios.
Todo ello configura una oportunidad importante para que nuestro país se convierta en el principal receptor de la segunda oleada de offshoring, en la que, cada vez más, se deslocalizan actividades que requieren una alta cualificación, como alternativa para reducir gastos, pero que posibilitan la ejecución de actividades de mayor valor añadido y de procesos de negocio complejos.
