Con una calificación de “excelente” para el año 2003, Miguel Rubio, director de Marketing para España y Portugal de Sony Ericsson, exponía los resultados obtenidos por la compañía durante ese ejercicio a nivel mundial en el que han conseguido un incremento en las ventas de terminales del 55 por ciento, que se ha traducido en unos beneficios de 210 millones de euros.
En lo que al mercado hispano luso se refiere, Rubio ha anunciado que “hemos conseguido unas ventas netas de 100 millones de euros durante el primer semestre de este año, un 15 por ciento más que el resultado de ese mismo periodo en el año anterior”. El número de terminales en el mercado ha ascendido un 10 por ciento en este mismo periodo hasta los 850.000 teléfonos.
Estas cifras se traducen en una cuota de mercado del 6 por ciento en la Península Ibérica, y un punto más a nivel mundial. Pero los objetivos que la compañía se ha fijado alcanzan un nivel de penetración de dos cifras, que llegue al 10 por ciento como mínimo. Para ello, la firma ha presentado varios terminales que vienen a renovar su amplia familia, dirigidos a captar tanto el interés de un público joven (K500i), como los encaminados al mercado profesional (P910i).