El Tribunal Europeo de Primera Instancia, con sede en Luxemburgo, ha confirmado las sanciones decididas por la Comisión Europea en marzo, cuando consideró que el gigante del software estadounidense había abusado del virtual monopolio de su sistema operativo Windows. El falló obliga a Microsoft a compartir inmediatamente algunos de sus secretos técnicos con la competencia y crear una versión de su sistema operativo Windows sin el programa utilizado para reproducir música o imágenes de vídeo.
“Esta es una victoria para los consumidores”, dijo Thomas Vinje, un abogado de Bruselas que representaba a un grupo de la industria que se retiró del caso tras un acuerdo de 20 millones de dólares con Microsoft.
La decisión del segundo máximo tribunal de la UE puede ser apelada ante el Tribunal Europeo de Justicia, lo que podría tardar de tres a ocho meses, dijeron expertos. La principal apelación de Microsoft la escuchará un grupo de cinco jueces del tribunal de menor instancia entre los que no está Vesterdorf. Microsoft quería que las sanciones, que la Comisión suspendió temporalmente durante su apelación, siguieran congeladas hasta que finalizara su caso judicial sobre la esencia del fallo de la UE, algo que podría tardar años. El Ejecutivo de la UE alegó que el mercado habría seguido adelante y las sanciones habrían quedado obsoletas. Todd dijo que ya no había ninguna razón para prorrogar la suspensión voluntaria.