Los accionistas de Ono se han dividido en el último momento ante la oferta por el cable de Auna. El gran proyecto del presidente de Ono queda, por el momento, en suspenso y da pie a un contraataque de Auna. La razón no es otra que no haber llegado a ningún acuerdo sobre los términos de la oferta que previsiblemente se prepara sobre Auna Telecomunicaciones.
La oposición de Spaincom (una sociedad perteneciente a General Electric) y Ferrovial, que poseen la mitad del capital de la operadora de cable, ha imposibilitado llegar a una conclusión. Fuentes del sector han asegurado a Cinco Días que ambas compañías ven excesivo el precio que otros accionistas de Ono pretenden ofrecer por la filial de telefonía de cable del Grupo Auna, que rondaría los 2.700 millones.
Ante esta situación, Eugenio Galdón, presidente de ONO, tendrá que renegociar con sus propios accionistas, porque en ningún momento ha desistido del convencimiento de que la mejor opción es que Ono sea, finalmente, la que se haga con la filial de Auna y no al revés. Y todo se produce tras serios esfuerzos por su parte para lograr la financiación necesaria para presentar una oferta.
Portavoces de la empresa eludieron hacer comentarios respecto a las negociaciones aunque hacen hincapié en que el interés del operador por su gran competidor sigue vivo. Sin embargo, representantes de las cajas integradas en otro de los accionistas, Sodinteleco, avalan que sí han existido contactos e incluso se llegó a cerrar un precio.
