El actual adjudicatario del servicio es Orange, que inició el contrato en 2003 y, tras una prórroga de varios meses, finalizará su actividad en mayo. El nuevo contrato tendrá vigencia por tres años y no de cuatro, como se venía haciendo hasta ahora.
El secretario de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información de la Generalitat de Cataluña, Jordi Bosch, indicó que se trata de uno de los concursos “más importantes” a nivel europeo tanto por el volumen de líneas que gestiona la Generalitat como por el importe que representa. Así pues, el Gobierno catalán tiene contratadas de 14.785 líneas de telefonía móvil, ejecuta 31 millones de llamadas anuales, que se traducen en más de 68 millones de minutos y dos millones de mensajes de textos (SMS) y 350.000 MB de tránsito de datos con tecnología GPRS. Según la Generalitat, se prevé el crecimiento anual de la demanda con 3.000 líneas más, un aumento de 500.000 SMS y 900.000 minutos. Todo ello aportaría cerca de 50 millones de euros para la empresa que se haga con el servicio.
El responsable de Telecomunicaciones catalán espera recibir una “buena oferta que aporte valor añadido” de todos los operadores de telefonía móvil, “no sólo de aquellos que poseen red, -Vodafone, Telefónica, Orange- sino también de los nuevos operadores móviles virtuales”.