Se inicia la batalla campal por las NGN

Ante la nueva regulación que se avecina, todos los implicados barren para casa en la consulta iniciada por la CMT a cuento de la futura implantación de las Redes de Próxima Generación. Los operadores se atrincheran frente a la CMT. La polémica está asegurada.

Publicado el 11 Feb 2008

female engineer holding a clipboard and a male engineer talking on a mobile phone

Telecomunicaciones propuso al mercado una consulta pública de 51 preguntas en referencia a la futura regulación de las Redes de Próxima Generación (NGN).
A finales de año se publicaron las respuestas de los 31 participantes, entre los que se encuentran operadoras, fabricantes de equipos (como Ericsson o Alcatel-Lucent), asociaciones (ASTEL, Gretel, COITT), sindicatos (UGT) e incluso un partido político, el Partido Pirata.
Los temas a tratar son básicos y prácticamente todo el que tiene algo que decir en el mercado de las telecomunicaciones ha participado en esta consulta. Hay mucho en juego para todos: ¿debe tener Telefónica de España (S.A.U) “vacaciones regulatorias” para las nuevas redes NGN?; ¿sustituirá la fibra al cobre o pervivirán ambos tipos de redes?; si desaparece el cobre, ¿qué harán los operadores que ahora utilizan los bucles de Telefónica para dar servicio?; si no desaparece, ¿quién pagará el mantenimiento de las antiguas infraestructuras?
Estas y otras cuestiones aparecen en la consulta pública de la CMT, organismo al que espera un trabajo ingente si quiere armonizar las propuestas de todos los protagonistas del mercado.
Ya de entrada, algunas compañías e instituciones consideran que el formato planteado por el regulador es demasiado limitado para la trascendencia del tema tratado. Así, 22Barcelona (un proyecto de urbanismo innovador propiciado por el Ayuntamiento de Barcelona) opina que “concentra el debate en aspectos muy concretos de cada uno de los apartados del documento, quedando un margen excesivamente cerrado” para tratar otros temas. Este organismo hace especial hincapié en la necesidad de reconocer el papel de las administraciones locales en el impulso de las redes de telecomunicaciones.
BT también pone sus pegas. Aunque valora positivamente la propuesta de consulta pública, considera que debe tratarse sólo de un primer paso en un proceso de mayor calado. Por otra parte, explica la operadora en el escrito remitido a la CMT, “dado que la consulta responde en principio a la necesidad de plantear un debate debido al desarrollo de una red de nueva generación por parte del operador regulado, Telefónica, tanto de acceso como de transporte, BT echa en falta en la consulta información relativa a los plantes de despliegue de red de Telefónica”.
En este sentido, también hay voces que se muestran partidarias de iniciar otra consulta dirigida a analizar la transición a la Red de Nueva Generación (tanto la evolución de las redes troncales como el acceso, tecnologías IMS, etc.) y tratar aspectos más prácticos como “la interoperabilidad entre las redes actuales y futuras, así como sus implicaciones tanto en la calidad como en la innovación y la inversión”, según proponen desde ASTEL (Asociación de Empresas Operadoras y de Servicios de Telecomunicaciones).
Por último, ONO aprovecha la consulta para poner de relieve una situación de monopolio en el mercado de contenidos televisivos, uno de los sustentos de la inversión para las nuevas redes de próxima generación. Dicho monopolio, afirma el cablero, “se produce únicamente gracias a acuerdos de comercialización en exclusiva firmados por los operadores dominantes en estos mercados”.
Vacaciones Regulatorias El rechazo a las “vacaciones regulatorias” propuestas por la CMT –en referencia a un periodo en que no se aplique la normativa y así incentivar el tendido de nuevas redes de fibra óptica y VDSL-, prácticamente todos los participantes en la consulta expresan su rechazo frontal. Algunos son muy críticos, como ocurre con Astel y los Operadores Alternativos (grupo en el que están comprendidos Sarenet, DTI2, Ibercom, Prored e Idecnet). En ambos casos se alude a los “continuos incumplimientos” de la regulación por parte de Telefónica, hasta el punto de que Astel considera incluso necesaria una reforma “para reforzar su aplicación”.
A juicio de los operadores alternativos, “sería injusto premiar la trayectoria de TESAU de incumplimiento reiterado y masivo de la regulación de acceso al bucle con unas vacaciones regulatorias. (…) La experiencia muestra que TESAU ha mantenido un comportamiento que sólo ha podido ser corregido (…) por la vía de las sanciones”.
Por su parte, BT expone dos razones fundamentales: la primera, que debido a la mayor necesidad de economías de escala en las nuevas redes, la medida agravaría la ventaja de los operadores de por sí ya dominantes; en segundo lugar, que resulta una práctica que incumple claramente la normativa europea de telecomunicaciones “como así demuestra el procedimiento infractor abierto a Alemania –país en el que se tomó una medida similar- por la Comisión Europea”.
Los operadores Al-Pi y France Telecom presentan el mismo texto para esta pregunta (no hay que olvidar que la compañía catalana se integró recientemente en este grupo francés). Ambas distinguen entre aquellos desarrollos a aplicar sobre la red de cobre actual para optimizar sus resultados (VDSL), de las nuevas redes propiamente dichas, (FTTH). En el primer caso, estiman que los riesgos de unas vacaciones regulatorias son muy elevados ya que existe la posibilidad de que “TESAU despliegue armarios de distribución sin espacio disponible para los equipos de otros operadores, impidiendo que estos puedan acceder a la oferta VDSL. (…) Al haberse iniciado ya el despliegue de VDSL por parte de TESAU, debe incluirse lo antes posible FTTC/FTTB+ADSL en la OBA (Oferta de Acceso al Bucle de Abonado)”. Por el contrario, en el caso de las redes FTTH, consideran que todavía es pronto para comprender su alcance e impacto.
Tele2 aporta nuevos motivos para el “no” a las vacaciones regulatorias: la utilización de infraestructuras existentes previamente a la liberalización (fibra del plan fotón de Telefónica, canalizaciones, cobre, etc.) y la cuota de mercado superior de Telefónica en banda ancha y servicios (Vodafone cita en su respuesta que la cuota de mercado de TESAU en infraestructura instalada de acceso es del 71 por ciento).
Telefónica, por su parte, defiende la regulación por zonas para las nuevas redes y afirma que no es conveniente mantener para NGN una normativa pensada para el acceso a las infraestructuras legacy (la red que procede de su pasado estatal y monopolístico). En su lugar, propone un marco que tenga como objetivo el fomento de un mercado en competencia entre operadores con carácter claramente inversor; es decir, el operador defiende una competencia “basada en infraestructura”. Por tanto, consideran que la regulación ha de incentivar la inversión de los operadores, que parten de condiciones similares para desplegar las nuevas infraestructuras,, y al mismo tiempo evitar que mediante obligaciones ex ante se distorsionen las decisiones de los operadores inversores. Por otro lado, Telefónica se refiere a los servicios que se prestarán sobre las nuevas redes en un futuro como “emergentes”. “En estas circunstancias, ante un mercado emergente de servicios, la intervención ex ante (anterior al lanzamiento) no es necesaria, ya que con independencia del PSM del operador (si es o no dominante), no habría condiciones restrictivas para el desarrollo de la competencia y, por tanto, no se regularía”. Sin embargo, para otros organismos y operadores, los nuevos servicios no son emergentes sino una extensión de los que ya existen actualmente.

Banda ancha móvil De forma generalizada, las empresas participantes en la consulta de la CMT parecen coincidir en el hecho de que UMTS y WiMAX no pueden considerarse como alternativas a una red NGN. Así, ASTEL considera que, aunque ambas posibilidades son “interesantes”, no está acreditado que sean sustitutivas de las redes fijas actuales ni de las Redes de Próxima Generación. Vodafone matiza esta opinión, ya que estima que en escenarios muy acotados –como accesos en entornos rurales o de difícil acceso-, las redes móviles descritas podrían ser consideradas como alternativas, pero reconoce que estos son casos excepcionales. Al-Pi aporta datos concretos para justificar que no se pueden comparar las redes FTTx con las redes inalámbricas, y señala que existe la problemática de la simultaneidad de las conexiones en los casos de UMTS y WiMAX, al compartir el espectro entre todos los usuarios que comparten la red.
El cablero ONO se pronuncia en sentido opuesto a los anteriores operadores, puesto que ya ve como una alternativa real a UMTS y a WiMAX (que considera que se encuentra todavía en un punto de su desarrollo tecnológico más prematuro) a una opción para el futuro.
Separación funcional Como directamente afectada, no sorprende que Telefónica se oponga a la separación funcional de la red y los servicios que soporta en dos empresas diferenciadas. Así, la operadora considera que “la creación de una empresa que controle la infraestructura de acceso plantea serias dudas sobre los estímulos a la inversión y a la innovación. Como también señala la propia Comisión en su análisis de impactos, sin las ventajas de la integración vertical, la nueva empresa carece de referentes para la estimación de la demanda, y de incentivos para la inversión en la mejora de la red”. Al igual que en el tema de las “vacaciones regulatorias” parece haber consenso entre los actores del mercado, su posición ante esta posibilidad no está tan clara. Una parte de los operadores, como Vodafone, considera esta práctica como demasiado intrusiva hacia la libre competencia, por lo que su aplicación sólo se justificaría en el caso de que fuera la única manera de garantizar que TESAU cumple plenamente con los principios de transparencia y no discriminación. En el extremo más radical se sitúan los Operadores Alternativos, que entienden que la separación de la red de acceso del operador con una posición de dominio en el mercado está justificada “con carácter inmediato” puesto que “el sistema regulatorio actual basado en la OBA, los conflictos de acceso y el régimen sancionador se ha mostrado como inútil para garantizar una igualdad de acceso entre la división minorista del dominante y los operadores alternativos”. Mantenimiento del cobre El mantenimiento de las redes de cobre actuales es uno de los temas que más preocupa a los operadores que han instalado sus equipos en las centrales de Telefónica. Su desaparición implicaría una dura penalización a su negocio. A este respecto, Telefónica tranquiliza afirmando que “parece razonable pensar que la evolución de la actual arquitectura de red a la nueva deberá conllevar un periodo de transición, de forma que el sector pueda conocer con suficiente tiempo cuándo se prevé la transformación de las centrales existentes, concediéndose un plazo de tiempo razonable durante el cual coexistiría el par de cobre (junto con las obligaciones anteriores de acceso desagregado a dicho bucle) con la nueva red de fibra óptica”. No obstante, puesto que el operador apuesta por la competencia en infraestructuras, con respecto a las nuevas redes insiste en que ofrecerá a los operadores que utilizan los servicios de alquiler de bucle la información necesaria para que puedan desarrollar sus propios planes de transformación y/o adaptación a las NGN, “a lo que también se encuentran abocados por factores tecnológicos y de mercado”. Por el contrario, los Operadores Alternativos niegan que esta necesidad sea imperiosa y auguran una larga vida al xDSL, sobre el que se pueden prestar muchos de los servicios relacionados con las nuevas redes.
ONO se muestra más firme y subraya que “obstaculizar el desarrollo de las redes sólo por proteger los intereses privados de operadores que deben asumir un riesgo natural de evolución tecnológica no sirve en modo alguno al interés público, que es lo que debe tutelar el regulador”.
Situado en un punto intermedio, Vodafone afirma que el establecimiento del periodo de transición ha de basarse, por un lado, en la continuidad de la infraestructura actual durante un plazo razonable –y no ligado directamente a la estrategia de despliegue de nueva red de TESAU- y, por otro, en garantizar el retorno razonable de las inversiones en términos de eficiencia ya realizadas por los operadores ya coubicados.
Más información. Web de la CMT

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Redacción

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