La multinacional norteamericana anunció sus objetivos para reducir los gases de efecto invernadero, provocados por sus operaciones en todo el mundo, en un 25 por ciento en menos de cuatro años. Para ello, la compañía desplegará un plan múltiple enfocado en que la tecnología contribuya a conseguir dichos propósitos y en demostrar cómo los clientes de Cisco pueden conseguir lo mismo.
El Presidente y Director General de Cisco, John Chambers, perfiló durante la celebración del Cisco Live! en Orlando los efectos de la tecnología en la transformación del entorno en el que vivimos. La estrategia de Cisco para reducir el impacto de las operaciones, contempla el uso de los equipos de laboratorio de forma más eficiente, controlando los flujos de energía, empleando las redes virtuales para almacenar datos, añadiendo unidades de distribución inteligente de la energía para automatizar las paradas de máquinas que no están siendo utilizadas y actualizando los sistemas eléctricos y mecánicos de los edificios de la compañía en todo el mundo.
Además, incrementará el uso de las tecnologías de colaboración como Telepresencia o WebEx para reducir la necesidad de viajar, algo que supone un 27 por ciento de las emisiones de dióxido de carbono de la compañía. Como parte de su compromiso con la Iniciativa Clinton, cada empleado de Cisco ya ha reducido sus emisiones en un 10 por ciento, gracias al descenso en el número de viajes.
Asimismo, Cisco ha anunciado el despliegue de la solución Cisco Connected Workspace en diferentes instalaciones en todo el mundo. El entorno híbrido de oficina está ya funcionando en muchas oficinas de la compañía, incluyendo la sede central en San José, donde se ha reducido de forma drástica la demanda de electricidad por empleado. La compañía ha instalado un software con el que se controlan los gastos de energía y ha adquirido alrededor de 460 millones de kWh de energía renovable, situándose como la octava compañía de EEUU en esta materia, según la Agencia para la Protección del Medio Ambiente.
“Todas las corporaciones son responsables del impacto que suponen sus operaciones en el entorno y deben hacer frente a los desafíos actuales del cambio climático”, afirmó Chambers en su ponencia. “Cisco no sólo está reduciendo las emisiones de CO2 sino que también aprovecha las ventajas de las tecnologías de red para gestionar mejor las políticas internas de medio ambiente. Desplegando soluciones tecnológicas innovadoras y utilizando la red como plataforma para la gestión de las emisiones de dióxido de carbono, creemos que podremos mejorar nuestra relación con el entorno, a la vez que ayudamos a nuestros clientes a cumplir con sus objetivos medioambientales”.