Se trata del Plan Europeo de Recuperación Económica, apoyado una fuerte inyección de dinero público para fomentar el poder de compra y, de este modo, incrementar la demanda y estimular la confianza, además de llevar a cabo acciones a corto plazo tendentes a reforzar la competitividad europea a largo plazo.
En este sentido, una de sus propuestas consiste en el fomento de Internet para todos, favoreciendo así la difusión tecnológica y el estímulo a la demanda de productos y servicios innovadores. Para impulsar el liderazgo europeo en las comunicaciones tanto fijas como inalámbricas y acelerar el desarrollo de servicios de valor añadido, la Comisión propone implementar una estrategia de banda ancha, capaz de impulsar la modernización y extensión de las redes de banda ancha a todos los niveles. El objetivo es dotar de cobertura de Internet de alta velocidad al cien por ciento del territorio para el año 2010, para lo que canalizará 1.000 millones de euros de inversiones públicas entre 2009 y 2010 al desarrollo de estas redes.
Se ha convertido así en necesidad de los ciudadanos el poder estar siempre conectados, en todo momento y lugar. El potencial de uso de los servicios asociados a estas redes se multiplica de forma notoria y las interacciones cotidianas se ven facilitadas por conexiones directas, ubicuas y personalizadas. Cada vez son más los lugares que cuentan con red inalámbrica: incluso en localizaciones al aire libre, como las playas, los ciudadanos pueden conectarse a Internet.
