Telepresencia en las aulas

Publicado el 03 Sep 2009

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Por Eduard Arnau, Director Comercial de Techno Trends
No es ninguna novedad. Las tecnologías han llegado a las aulas, y lo hacen para quedarse. Los profesores complementan la pizarra de tiza con una digital, los cuadernos conviven con los ordenadores y quedarse sin tinta ya no es un problema, sino ver que se agota la batería del portátil. La revolución de las tecnologías de la información y la comunicación ha supuesto un verdadero cambio en las mentalidades tanto de docentes como de alumnos. Saber sacar provecho de ellas puede ahorrarnos tiempo y costes, además de agilizar las tareas y compartir la información en tiempo real.

Aunque su aplicación es aun escasa, la telepresencia es una realidad que cobra fuerza cuanto mejor se conoce su utilidad. Un profesor puede impartir clases a través de una pantalla, en grupos o de forma individual, desde cualquier lugar, sin necesidad de desplazarse y completando su propia imagen con el envío de documentos e imágenes, tanto fijas como en movimiento. Esta experiencia virtual se consigue gracias a la aplicación de sistemas avanzados de videoconferencia que permiten ver y escuchar al interlocutor con una alta calidad de audio y video, simulando su presencia real y convirtiendo la clase en un aula interactiva. Además, esta tecnología permite contar con la presencia virtual de otros docentes profesionales que pueden estar a miles de kilómetros de distancia, compartiendo su tiempo con otros colegas de profesión y alumnos en seminarios, charlas, conferencias o debates.

La tele-educación permite ampliar la oferta educativa a otros términos que hasta ahora resultaban costos o muy complicados. Es también una formación continua gracias a las aplicaciones multimedia, que posibilita el teletrabajo o la educación a distancia en tiempo real. No se trata de sustituir las clases presenciales por la telepresencia, sino aplicar la tecnología al modelo de educación tradicional. Si una universidad española, por ejemplo, quisiera compartir sus conocimientos o debatir con alumnos de una universidad americana, tan solo haría falta un sistema de telepresencia y una conexión a internet. De esta forma, un alumno que desee asistir a un centro educativo al que físicamente no pueda acudir (por razones físicas, geográficas o laborales), sí podrá presenciar las clases a través de videoconferencia, pudiendo, asimismo, preguntar al profesor en tiempo real. Este método novedoso y vanguardista puede facilitar mucho la participación educativa, pues elimina las barreras que impiden o dificultan, por ahora, las clases presenciales.

Esta tecnología ya se esta aplicando con éxito en algunas escuelas de negocios españolas de reconocido prestigio internacional y también en el ámbito empresarial, donde muchas compañías han reducido drásticamente sus gastos al minimizar los desplazamientos, agilizando, además, la toma de decisiones y fomentando el trabajo colaborativo.

La enseñanza a través de videoconferencia, unida a otras aplicaciones de carácter multimedia, conforman un nuevo concepto de aprendizaje a distancia, en el que se alternan campus virtuales, bibliotecas electrónicas o videoconferencias con profesores, que permiten que éstos intercambien información con los alumnos en tiempo real, dando lugar a una comunicación interactiva que sienta las bases de la educación a distancia. Con total probabilidad estos conceptos marcarán la tendencia que definirá la forma de trabajar en las aulas y revolucionarán el modelo de educación tradicional.

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Eduard Arnau

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