Según datos recientes de las compañías de seguridad, muchos de los perfiles de las redes sociales son falsos y casi siempre se usan para enviar e-mails con spam o phishing. La mayoría incluyen enlaces a lugares infectados con malware, virus u otros códigos maliciosos. Se calcula, por ejemplo, que hasta un 40 por ciento de los nuevos perfiles en Facebook son falsos.
Los spammers y los phishers han encontrado numerosos campos de acción nuevos con Twitter, Facebook, MySpace, Linkedin y otras redes sociales: envían e-mails muy parecidos a los mensajes reales de estos famosos sites. Si se hace clic en los enlaces de los correos, se accede a una página extraña en la que hay que indicar los datos de acceso o se instalan automáticamente virus o troyanos en el ordenador, pero los clientes de Strato no tienen por qué preocuparse por ello: “Filtramos el spam de manera muy fiable”, explica Damian Schmidt, CEO de Strato, “ya que podemos extraer y analizar varias características que nos indican claramente que se trata de spam”.
Son tres los módulos del filtro antispam de Strato los que se ocupan del reconocimiento del spam en las redes sociales. Se trata del los módulos “reconocimiento de batch”, “comprobación de la URL”, y “dirección del remitente”. El reconocimiento de batch determina que ha aparecido una gran cantidad de e-mails casi idénticos. En un segundo paso, el verificador de URL comprueba si las direcciones web en los correos se encuentran en listas negras conocidas o si son conocidas por otros medios como direcciones de phishing. Finalmente, el módulo de “dirección de remitente” comprueba si ésta forma parte de un botnet, o si de verdad pertenece a una red social.
Gracias a una construcción modular y a la metodología de la teoría de juegos, el filtro antispam de Strato se puede seguir desarrollando de manera autónoma. En base a complejas operaciones matemáticas, él mismo usa características que el spam utilizará en un futuro próximo, de manera que no es necesario “entrenarlo” manualmente tan a menudo como a los filtros antispam corrientes. De este modo, Strato frena nuevas campañas de spam de manera eficiente desde su inicio. A la vez, varios criterios positivos aseguran que los e-mails deseados sí son entregados. Entre ellos se encuentra, por ejemplo, un módulo que evalúa de manera anónima quién ha respondido y a qué correos. Puesto que normalmente nadie responde a los e-mails spam, este criterio proporciona indicios de peso para confirmar que verdaderamente son deseados.
Strato ha desarrollado y solicitado la patente de este filtro antispam junto con la Universidad Humboldt de Berlín y el Instituto Max-Planck de Informática. Los clientes de Strato están convencidos de la calidad de este filtro: tras un estudio representativo de GfK solicitado por Strato en junio de 2009, un 90 por ciento de los clientes de Strato confía en su filtro antispam, un 36 por ciento incluso “a ciegas”. En un grupo comparativo, sólo un 72 por ciento de los encuestados confiaba en su filtro antispam y sólo un 14 por ciento “a ciegas”.