La compañía estadounidense SoftLayer, especializada en servicios de web hosting y cloud computing, ha decidido apostar por efectuar un fuerte desembarco en el Viejo Continente. La multinacional, que en su último ejercicio fiscal facturó 323 millones de dólares, advierte que cuenta con 22 millones de dominios a nivel mundial y con clientes de 140 países diferentes; de ese grueso de clientes no estadounidenses, “buena parte del negocio procede de Europa y, en segundo término, de Asia”, según explica Mark Quigley, director de Operaciones Internacionales de SoftLayer.
Precisamente ha sido el peso de la clientela europea en la facturación la que ha llevado a este ISP a planearse seriamente el desembarco en Europa, una estrategia para la que la compañía invertirá 75 millones de dólares entre el último trimestre del año en curso y la primera mitad de 2012.
La primera pica ha sido instalarse en tres urbes europeas como son Londres, Ámsterdam y Frankfurt. Aunque SoftLayer cuenta con 13 centros de datos a nivel mundial, su política de expansión por Europa pasa por la apertura de “puntos de presencia alquilando espacio y potencia en centros de datos existentes”, confirma Mark Quigley. En el caso de las tres metrópolis anteriormente citadas, SoftLayer ha cerrado un acuerdo con Digital Realty para ubicarse en sus data centers y desde el pasado mes de septiembre se ha centrado en “invertir parte de esos 75 millones de dólares en desplegar los puntos de la red, los routers, los servidores, etcétera, es decir, todo el equipamiento propio de un centro de datos, además de contratar personal técnico, de marketing y de ventas”, apunta el directivo.
Los puntos de presencia en Londres, Ámsterdam y Frankfurt ya están preparados para comenzar a trabajar con clientes desde este mismo mes de noviembre. Si todo va “conforme el timing marcado buscaremos nuevas ciudades europeas donde abrir más centros de datos”, adelanta Mark Quigley. Entre los nombres barajados está Moscú y Estocolmo, pero también “España, por ser un país donde ya contamos con 300 clientes, gracias a empresas que tienen negocio en Estados Unidos y España, y de momento alojan sus servidores exclusivamente en Norteamérica”, indica el responsable de Operaciones Internacionales.
En cualquier caso habrá que esperar a ver cuál es la respuesta de los clientes ante la llegada de SoftLayer a Europa, una entrada que ha sido paralela a la apertura de un punto de presencia en Singapur. Para convencer al mercado, SoftLayer utilizará sus mejores armas como son su propuesta de cloud computing “con CloudLayer, un enfoque puesto en la especialización de servicios de web hosting situándonos en el backup del centro de datos y dejando que el cliente se desenvuelva con la mayor flexibilidad posible, operar con redes públicas, privadas y de data center a data center, contar con una escalabilidad inmediata y ofrecer un precio razonable”, detalla Mark Quigley.
Si alguien quiere comparar a SoftLayer con la competencia, el directivo nos da unas cuantas pistas: “somos como Amazon en cuanto a que ofrecemos un modelo de pago por uso, como Liquid Web, como un Arsys en España o como Peer1 hosting en Reino Unido”.
Y ante la pregunta de si no le amedrenta el peso de los ISPs alemanes en Europa con 1&1 y Strato a la cabeza, Mark Quigley es rotundo “hay mercado para todos, Gartner e IDC nos dicen que todavía hay muchas empresas con la infraestructura en casa que tendrán que externalizarla, además de que la mala situación económica y las ventajas de tecnologías como la virtualización y el cloud masivo también contribuyen a apostar por ISPs como nosotros”.