Juan Cabrera (Mónaco)
Si una via de escape tiene la maltrecha economía española, ésa es la de las exportaciones. Aunque el sector informático es claramente importador, muchas firmas nacionales se han puesto la pilas en los últimos años para vender fuera lo que casi es imposible comercializar dentro de nuestras fronteras por la incertidumbre, el paro o las subidas de impuestos.
Con una informática de consumo que en 2012 bajó entre un 15 y 30% (según las fuentes que se consulten), la vía exterior se impone sin discusión. Así lo han entendido la decena de fabricantes españoles que este año han acudido a Distree, el mayor encuentro del canal de consumo de la zona EMEA y que esta semana ha reunido en Mónaco a más de un millar de mayoristas, retailers y tiendas online de toda la región con 130 proveedores de tecnología.
La representación española se ha incrementado este año. Hubo mayoristas como MCR, Infortisa, Tech Data o Atlas, pero también de tiendas y sites de e-commerce como Acuista, Letsbonus, Groupalia o Calbet. Sin embargo, se dobló el número de fabricantes de dispositivos, que son los que sufragan la feria. Proveedores de tabletas, pantallas, accesorios y periféricos como Best Buy, Aqprox, Fonexion, Crambo, Phoenix (Megasur) o Atlantis Telecom han acudido a Mónaco en busca de acuerdos con mayoristas que les abran mercados en expansión como los del este de Europa o los de Oriente Medio.
La jugada está medida: por una inversión a partir de 14.000 euros, estas compañías tienen la opción de concertar al menos 30 entrevistas con potenciales partners foráneos. Como recuerda un miembro de Distree, con que salga un contrato y éste dé lugar a una facturación de medio millón de euros -“algo habitual en un mercado de volumen”-, la inversión ya está amortizada.
Óscar González, director comercial de Best Buy, fabricante de decodificadores de TDT y tabletas que es un clásico en la feria, reconoce que el mercado español está “muy deteriorado” y que los que sobreviven tienen que salir fuera para seguir en la brecha. El 40% de lo que vende Best Buy procede de mercados como el francés, el portugués, el polaco o el italiano. La firma con sede en Madrid se apoya en tres mayoristas foráneos, pero considera que este canal no es suficiente.
Por su parte, José Luis Rodríguez, gerente de Aqprox, compañía sevillana que comercializa con su marca tabletas, e-readers y accesorios, quiere que en 2013 las ventas en el extranjero supongan un 25% del total, 10 puntos porcentuales más que en la actualidad. A Distree, la compañía andaluza, que ya vende en 10 países, ha acudido con la intención de firmar con 4 o 5 nuevos mayoristas.
En la parte de producto, la gran novedad del Distree de este año ha sido la aparición de fabricantes de segundo nivel de smartphones que, por precio y prestaciones, esperan plantar cara a todopoderosos como Apple, Samsung o LG. Firmas como Sweex (con su marca Yarvik), Goclever o Tekpoint han llevado a Mónaco aparatos para los que quieren lucir un potente teléfono sin gastarse 500 o 600 euros.
Rafael Cortés, business manager de Kinyo, mayorista de Sweex, cree que después del boom las tabletas llegará la eclosión de los smartphones de marca B. “La gente en España no sabe lo que vale un terminal y ahora, que las operadoras subvencionan menos, muchos simplemente no se lo pueden permitir. Por eso creo que hay una oportunidad para estos aparatos”. Se trata de dispositivos provistos casi siempre de Android y que en el mercado libre están disponibles desde 100 euros. Para competir con los Galaxy S3 o el último iPhone, estas marcas presenta atractivos teléfonos de 4,5 o 5 pulgadas por un precio que ronda los 250 euros, la mitad de lo que cuesta un celular de marca. La telefónica móvil libre, que hasta ahora era residual en España, se presenta pues como uno de los terrenos de batalla en los próximos meses y los mayoristas (grandes y pequeños) empiezan a tomar posiciones en un negocio donde se van a mover millones de dispositivos.
Además, en Distree se han visto novedades en la línea de lo presentado en la última edición de CES. Cookoowatch, por ejemplo, ha llevado un reloj que se puede conectar por Bluetooth al iPad o al iPhone y permite ver notificaciones, actualizaciones de Facebook o recordatorios de calendario. Tinke ha diseñado una pequeña tarjeta que se acopla al iPhone y que, en contacto con el dedo, determina el nivel de oxígeno en la sangre o el ritmo cardiaco. Por su parte, la firma taiwanesa Xxodd ha dado con un proyector que cabe en la palma de la mano y que carga una batería que promete dos horas de autonomía al aparato. Ideal para gente que viaja y que no tiene un enchufe a mano.