En cuestión de días, Jazztel ha pasado de lanzar una oferta por Yoigo a ser adquirida por Orange. O, al menos, a que su principal accionista y presidente del consejo de administración, Leopoldo Fernández Pujals –titular del 14,48% del capital social- se comprometiera a aceptar la propuesta del grupo francés de pagar en metálico 13 euros por acción. Este compromiso se mantiene aunque se presenten otras ofertas competidoras siempre que Orange decida mejorarlas.Como dato curioso destacar que Pujals invirtió 60 millones en ella y con esta venta obtendría cerca de 500 millones.
Por su parte, el consejero delegado, José Miguel García, y el secretario general, José Ortiz, también respaldan la propuesta y se comprometen a aceptarla.
En total, el operador galo abonaría 3.400 millones por el cien por cien del especialista local en banda ancha. Una multinacional que, en plena crisis, ha conseguido multiplicar por cinco su valor. Es más, a su regreso a Bolsa, los títulos registraban un repunto del 6%. En la víspera, el regulador suspendió su cotización tras dispararse un 12% al rumorearse su posible adquisición.
Hay que señalar que Orange, que condiciona a la empresa fundada por Martin Varsavsky a abandonar su interés por Yoigo, espera generar con esta transacción unas sinergias de 1.300 millones por la unión con las operaciones de su filial española. La compañía ha confesado que esta compra se debe al crecimiento que estaba registrando la empresa presidida por Pujals y a su interés por consolidar su posición en el mercado español. No en vano, gracias a esta adquisición, el grupo perteneciente a France Télécom aspira a convertirse en el segundo operador en España de banda ancha fija por volumen de clientes y, en términos de móvil se colocará en la tercera posición, tras Telefónica y Vodafone. La operación le permitirá llevar la fibra a diez millones de hogares en 2017. Para empezar, ha sumado 1,5 millones de clientes de Internet e idéntica cantidad de telefonía móvil, lo que lo coloca como tercer grupo de telecomunicaciones en España con 3 millones de clientes de Internet y 14 millones en telefonía móvil.
Para dar cuenta de este movimiento han comparecido en rueda de prensa el consejero delegado adjunto y responsable de operaciones en Europa, Gervais Pellisier; el consejero delegado de Orange España, Jean Marc Vignolles; y el director financiero de Orange España, Federico Colom.
Según Vignolles, es una “oportunidad única” para crear el operador más “dinámico” en el ámbito de la convergencia de servicios (teléfono fijo y móvil, internet fijo y móvil y televisión). Respecto al nivel de ingresos la previsión es estar cerca del número dos y con un tamaño que le haga competitivo, mientas que en términos de rentabilidad será el número de tres, aunque las perspectivas son positivas.
Pero la cúpula directiva de Orange tiene claro que habrá acuerdos con la competencia. Pellisier ha reconocido que tienen los “brazos cortos” para llegar por sí solos a esos 10 millones, por lo que se apoyarán en los acuerdos que tienen con Vodafone y en los que tiene Jazztel con Telefónica. Incluso no descartan negociaciones con Telefónica con vista a una posible ampliación de despliegues conjuntos, ha destacado.
