Ericsson reducirá en un máximo de 250 puestos de trabajo en España, es decir, un 8% de su plantilla que, actualmente, está integrada por 3.000 personas.
El grueso de la reducción se llevará a cabo en las áreas de I+D y en Servicios. También habrá ajustes en ventas y administración y adicionalmente se producirán “eficiencias” en consultoría, real estate, viajes y TI.
En concreto, en el área de I+D la medida podría afectar a un máximo de 86 personas de un total de 600 trabajadores, según han apuntado agencias a fuentes sindicales. Estas mismas fuentes han indicado que la empresa ha señalado que se trata de una primera fase de un plan a tres años, por lo que no se descartan nuevas medidas de ajustes en un futuro.
Ericsson sostiene que es una decisión difícil pero muy necesaria para centrar su atención en el desarrollo de nuevas áreas de negocio, en el crecimiento rentable y el éxito a largo plazo.
No en vano, este ERE va en consonancia con el programa global de eficiencia que la compañía presentó en noviembre de 2014. Dicho plan busca lograr ahorros de aproximadamente 980 millones de euros (9.000 millones de coronas suecas), con efectos durante 2017.
Con esta transformación, la compañía busca crecer en la competencia de nuevas áreas, cubrir las oportunidades existentes para maximizar su ventaja competitiva y mejorar la eficiencia en todas las actividades.
Fundada en 1876, Ericsson opera en 180 países y emplea a más de 100.000 personas.