El negocio de los wearables crece con el vigor que exhibían los smartphones hace unos años. Mientras que 2015 va a ser el primero en que los teléfonos inteligentes avanzan en todo el mundo por debajo del 10%, según IDC, el negocio de la tecnología para llevar encima (así se podría traducir wearable) se multiplica en estos momentos por tres. Según la consultora, en el tercer trimestre del año se comercializaron 21 millones de dispositivos como relojes o pulseras inteligentes, un 197% más que en el mismo trimestre de 2014.
Por fabricantes, Fitbit fue el que más unidades de producto puso en el mercado. En concreto, vendió 4,7 millones de pulseras para medir la actividad física. Le siguió Apple, con unas ventas de 3,9 millones de relojes, y Xioami, que se aupó al tercer puesto, con 3,7 millones de dispositivos. Más atrás, y a mucha distancia, quedaron Garmin (0,9 millones) y XTC (0,7 millones). Curiosamente, Samsung ha sido desplazado del top5 mundial.
Los analistas de IDC destacan la entrada con fuerza en los últimos tiempos de los fabricantes chinos en este mercado, sobre todo de Xioami, lo que ha venido provocado en parte por una subida de la demanda de los usuarios de ese país. Además, desde IDC también señalan que por el momento no hay canibalización entre formatos de producto, y que tanto relojes como pulseras crecen a muy buen ritmo. Tanto en prestaciones como en precios, ambos productos están muy igualados. Al día de hoy, los wearables de gama alta rondan los 400 dólares, mientras que la gama baja está ligeramente por debajo de los 100 dólares.
