Los modelos Galaxy S7 y su versión Edge de bordes curvos llegaron el viernes a las estanterías de las tiendas de Corea del Sur, donde Samsung tiene su sede, a la Unión Europea, Estados Unidos, China y hasta otros 50 mercados. El caso de América Latina es especial. De momento Samsung no ha querido revelar la fecha en la que se pondrá a la venta el Galaxy S7, aunque se estima que será en los próximos días o semanas, como muy tarde, en abril.
Mientras, el dispositivo en Corea del Sur se ha puesto a la venta por 836.000 wones (626 euros), un precio de salida ligeramente menor que el de su antecesor, el S6. Samsung Electronics ha asegurado que las reservas por parte de clientes del S7 han sido mayores que las registradas hace un año del modelo anterior. En dos días, según la agencia local Yonhap, en este país se han vendido más de 100.000 unidades, 60.000 el viernes y 40.000 el sábado.
El Galaxy S7 posee una pantalla de 5,1 pulgadas y estructura convencional, mientras el S7 Edge es de 5,5 pulgadas y bordes curvos. Ambos teléfonos presentan como principales novedades la resistencia al agua, una mayor potencia y una cámara más rápida.
