En el primer trimestre de 2016 se vendieron en todo el mundo 349 millones de smartphones, lo que supone un 3,9% más respecto al mismo periodo de 2015. Estos dispositivos –los inteligentes- representaron el 78% del total de los teléfonos móviles comercializados en los meses iniciales del año.
Según Gartner, los smartphones de bajo coste en los países emergentes y los terminales 4G asequibles incluidos en los planes promocionales de los CSP (communications service providers) en otros mercados, tiraron del negocio. Un negocio que se aventuraba de capa caída y rozando la saturación. Sin embargo, fueron las marcas de nuevo cuño –dícese principalmente chinas- las que están plantando cara a los veteranos del sector colocándose entre las top five y cambiando la dinámica de la industria. Tal y como señala Ashul Gupta, director de investigación en la consultora, Huawei, Oppo y Xiaomi acapararon el 17% del negocio. De estos tres Oppo es el que ha tenido un crecimiento espectacular de 145% colocándose en cuarta posición y quitando cuota a Lenovo, Samsung y Yulong en China.
Respecto al resto de actores, decir que Samsung superó a Apple con un 23% de participación gracias a sus Galaxy S7. A su vez, la firma de la manzana registró por primera vez una caída de doble dígito (14%). Lenovo, por su parte, desapareció de los cinco primeros viendo descender sus ventas un 33%.
Dominio absoluto de Android
En cuanto a sistemas operativos, Android domina el sector comiendo cada vez más terreno a iOS y Windows. Las cifras hablan por sí solas: 84% de cuota. “En tanto en cuanto el negocio de los smartphones está rozando la saturación, Google ha puesto sus ojos en otros mercados como coches, wearables, hogar conectado o experiencias inmersivas”, señala Roberta Cozza, directora de investigación.