En el transcurso de CES, el mayor evento mundial de electrónica de consumo y TI, sirvió de marco para que Intel diera a conocer las novedades y apuestas de Intel en las áreas de desarrollo de realidad virtual, productos de inteligencia artificial y soluciones para 5G, sin olvidar el coche autónomo.
En el transcurso del evento también exhibió el primer 2-en-1 con tecnología de 10 nanometros y con procesador de la próxima generación tecnológica. También en CES se exhibieron los primeros desktop basados en la séptima generación de procesadores Core.
El ritmo de avance de la tecnología se está acelerando más que nunca”, afirmó Brian Krzanich, CEO de Intel, en una rueda de prensa sobre VR inmersiva que él mismo presentó el miércoles por la tarde. “La ley de Moore es el centro de esta aceleración. La tecnología se está extendiendo más allá de la electrónica de consumo, definiendo casi todos los aspectos de nuestras vidas y transformando las industrias”.
Durante la rueda de prensa también expresó la visión de la compañía para el futuro de la VR y la realidad fusionada, y cómo estas tecnologías reinventarán las experiencias de viajar, la seguridad y la productividad en el trabajo, así como de los deportes y los juegos.
De acuerdo a las predicciones de Intel, que ha realizado diversas adquisiciones selectivas en estos mercados, el negocio mundial de la robótica y la inteligencia artificial va a crecer hasta los 153.000 millones de dólares en 2020, mientras que se espera que la red 5G mundial ofrecerá soporte a un número estimado de 100.000 millones de dspositivos. “En zonas geográficas en donde la infraestructura conectada no es tan rápida o fiable como se necesita, la tecnología 5G también ofrece un mundo de posibilidades no disponibles en la actualidad”.
Por lo que se refiere a nuevas inversiones estratégicas, el creciente interés en el mercado de los vehículos inteligentes ha llevado a la compañía a crear una división independiente y a firmar acuerdos con más de 40 firmas automovilísticas del mercado. Según la compañía, el mercado mundial de vehículos totalmente autónomos podría alcanzar los 42.000 millones de dólares en 2025 y este tipo de coches podría representar un cuarto de las ventas mundiales de automóviles en 20355
