Se puede decir que Samsung ha superado totalmente la crisis que sufrió el año pasado por estas fechas debido al fiasco del Galaxy Note 7, el phablet que iba a ser su producto estrella y que se incendiaba por el calentamiento de su batería, y que le hizo sufrir pérdidas de miles de millones de euros. Y la guinda a la recuperación de Samsung la ha puesto el estreno precisamente del sustituto del desgraciado Note 7. Ayer, en Nueva York y en Londres, el gigante coreano, que últimamente consigue resultados récord y que ya es el primer fabricante del mundo de microprocesadores, por encima de Intel, presentó el Galaxy Note 8 (en la foto). Como siempre, a bombo y platillo, con una expectación global.
El Note 8 está a prueba de fallos como los que llevaron a la retirada de su antecesor. Y es que Samsung ha sometido a su batería, de 3.300 mAh a un test de 8 puntos específicamente diseñado por los ingenieros de la compañía. Además, “la pantalla infinita” Super AMOLED del dispositivo lo ocupa todo, al estilo del LG G6, y alcanza las 6,3 pulgadas, una más que el modelo más grande la línea S8. El dispositivo también carga 6 GB de RAM, un procesador de ocho núcleos (octa core) y sistema operativo Android 7.1.1.
Doble cámara trasera con dos lentes
En los últimos tiempos, uno de los aspectos que más cuidan los fabricantes de móviles de gama alta son las cámaras. Siguiendo la línea del P10 de Huawei o del LG G6, el Galaxy Note 8 incluye doble cámara trasera. Una es un gran angular y la otra es un teleobjetivo, ambos de 12 megapixeles. La función Live Focus de Samsung Galaxy Note8 permite controlar la profundidad de campo al poder ajustar el efecto bokeh en el modo preview y después de tomar la imagen. También puede tomar dos instantáneas a la vez. Por su parte, la cámara frontal, para selfies y chats de vídeo, es de 8 megapíxeles. Por otro lado, Samsung sigue empeñado en el lápiz óptico, que vuelve a aparecer en este modelo y que es uno de los distintivos de la serie Note desde que salió al mercado hace más de un lustro.
Algo más de 1.000 euros
El nuevo phablet de Samsung, que sale a un precio de 1.010 euros, también trae instalado el sistema de pago Samsung Pay y el asistente de voz Bixby, un desarrollo propio de la compañía coreana. Además, permite el multitarea al dividir la pantalla para operar simultáneamente con dos aplicaciones. Eso es gracias a la función App Pair. El móvil, que es resistente al polvo y al agua, se podrá adquirir en Europa a partir de mediados de septiembre, estará disponible en negro y dorado, y estará disponible a través de las grandes cadenas de retail y de operadoras como Telefónica, Vodafone y Orange. Por último, Samsung lo ha equipado con opciones de autenticación biométrica que incluyen escáner de iris y de huella dactilar, y trae de serie Knox, el sistema de seguridad de la información de desarrollado por la firma coreana.
