5.371 millones de euros es lo que ingresó Orange España en 2017, un 7,1% más que en 2016. La operadora registró un Ebitda de 1.582 millones, un 17% de subida.
Por divisiones de negocio, los servicios móviles crecieron un 7,3% hasta los 2.769 millones de euros; la banda ancha y telefónica fija un 6,2% alcanzando los 2.041 millones.
También aumentaron sus clientes, que llegaron a los 20 millones. Una parte importante de los mismos usuarios de sus ofertas convergentes. La inversión de 1.115 millones en el ejercicio se destinó al desarrollo de redes 4G y fibra óptica. Gracias a esta inyección, la operadora cubre con su LTE el 95,5% de la población española y con su FTTH unos 12 millones de hogares.
Tomando en consideración los resultados anuales a escala mundial, el grupo elevó su facturación hasta los 41.096 millones de euros, un 1,2% más que en el pasado año, y el beneficio neto fue de 2.143 millones, frente a los 3.263 millones que alcanzó en 2016. La deuda es de 23.843 millones de euros, 601 millones menos que un año antes.