Más de 7,6 millones de españoles se consideran adictos al móvil, o lo que es lo mismo, el 25,6% de la población de entre 18 y 65 años. Esta es una de las principales conclusiones presentadas por Rastreator.com, que ha analizado las tendencias de consumo del teléfono móvil en España y las claves psicológicas para evitar que su uso abusivo derive en una adicción.
Según este análisis, los españoles dedican cada vez más tiempo a su smartphone, hasta una media de tres horas y 51 minutos al día, un 14,3% más que en 2017 (29 minutos más). Además, el 51% de los encuestados señala que mirar su teléfono es lo primero y lo último que hace cada día, e incluso el 14% reconoce que lo consulta mientras conduce.
Los datos muestran que existe una dependencia creciente de los dispositivos móviles que, en algunos casos, puede derivar en problemas graves como la adicción. Un riesgo que aumenta durante los meses de verano y el periodo de vacaciones cuando los usuarios disfrutan de más tiempo de ocio.
Según Jesús Miñana, responsable de Telefonía e Internet de Rastreator.com, “nadie duda del importante papel que desempeña el smartphone en nuestro día a día, para comunicarnos, para trabajar o para acceder a compras e información, hasta el punto de que el 77,3% de los usuarios asegura que no sería capaz de vivir sin él. Cada vez usamos más el móvil, pero es fundamental hacer un uso responsable y funcional de este dispositivo para que no nos domine y que su uso, a veces excesivo, no lleve a desembocar en una adicción”.
Creando adictos
España es ya el país con la mayor penetración del teléfono móvil del mundo. De hecho, según los datos del comparador, el 98,5% de la población utiliza el móvil a diario, lo que evidencia la alta penetración de estos dispositivos en nuestro país.
Los españoles usan el móvil una media de 3 horas y 51 minutos al día, 29 minutos más que el año pasado (+12,5%) e incluso un 19% de la población calcula que pasa más de 5 horas diarias pegado a la pantalla de su teléfono. Además, 3,7 millones de españoles aseguran que son incapaces de estar más de una hora sin consultar el móvil y más de la mitad de los ciudadanos (51%) señala que mirar su dispositivo es lo primero y lo último que hace cada día.
Esta dependencia también puede llegar al extremo de adoptar actitudes muy peligrosas como mirar el móvil al volante: el 14% reconoce que lo hace de forma habitual. El uso compulsivo, la ansiedad que produce no consultar el dispositivo con frecuencia, la nomofobia o miedo a salir de casa sin el móvil y el phubbing –aislarse de las personas del entorno prestando más atención al móvil–, son algunas de las señales que pueden constituir un factor de riesgo para caer en un problema de adicción.
Daniel Peña, doctor en Psicología y Ciencias de la Conducta y experto enadicciones a las nuevas tecnologías, explica que “el uso abusivo del teléfono móvil es una especie de ‘ladrón’ silencioso y astuto. Casi sin darnos cuenta nos roba tiempo, energía y atención, limitando así nuestra experiencia, empobreciendo nuestras relaciones personales y haciéndonos menos eficaces en la consecución de nuestros objetivos. Las consecuencias de este ‘robo’ pueden ir desde una leve, aunque inquietante sensación de insatisfacción vital, hasta severos problemas emocionales y de salud”.
Mujeres y millennials, los más enganchados
El segmento de población comprendido entre los 18 y los 24 años es el más vulnerable a sufrir una adicción al móvil. De hecho, el 45,1% de los usuarios de esas edades ya se considera adicto. Los jóvenes usan el móvil una media de 6 horas y 6 min al día, es decir, un 63,1% más que la media nacional (2 horas y 15 minutos más), siendo además los que más han incrementado el tiempo de uso diario respecto al año pasado (+12,6%, 41 minutos más).
Por su parte, las mujeres también destacan como usuarias activas con sus dispositivos móviles. Ellas pasan de media 4 horas y 9 minutos pegadas a la pantalla de su dispositivo cada día (27 minutos más que el año anterior), frente a las 3 horas y 32 minutos de los hombres. Además, el 81,7% de las mujeres considera que no sería capaz de vivir sin móvil, frente al 72,9% de los hombres.