Siempre que hablamos de transformación digital lo hacemos desde un punto de vista futuro, cuando en realidad se trata de un proceso que ya está sucediendo en la actualidad. Podemos definir este término como un cambio en las estructuras de las empresas, de manera que estas modifican el uso de la tecnología y aportan facilidades al medio digital para dar la mejor experiencia a los clientes. Esta transformación afecta tanto a la sociedad como a las empresas, ya que la reestructuración que sufren las empresas se ve también reflejada en la forma de actuar y pensar de la gente.
Con el paso de los años, nos hemos dado cuenta que la aparición de nuevas tecnologías ha impulsado esta transformación. Esto se ha convertido en una serie de ventajas que el usuario antes no tenía. Gracias a un mundo cada vez más digitalizado que convierte todas las acciones en datos, nos damos cuenta de la importancia que se le da a las personas. Nuevos términos como Inteligencia artificial, machine learning, o Big Data aparecen y todos sabemos que existen, pero no siempre estamos seguros para qué sirven o cómo sacarles provecho.
El ejemplo más común que tenemos de inteligencia artificial son las cámaras de los smartphones modernos, que son capaces de convertir a cualquier usuario en un fotógrafo decente. Estas detectan diferentes tipos de escenas, incluso en condiciones de baja luminosidad o situaciones en movimiento. Otro ejemplo, es la última versión planteada por Google de su motor de búsqueda. Este sería idílicamente el que consiguiera entender todo en la web y comprender exactamente lo que quiere la persona para así darle lo correcto con exactitud. Sin embargo, aún no estamos cerca de lograr eso, pero esta transformación digital ya empieza a ser notoria en este aspecto.
Machine learning por su parte, nos alarma con que los robots van a dominar el mundo debido a sus capacidades de aprendizaje. Afortunadamente, no debemos preocuparnos por esto de momento. En la actualidad, lo que hace posible este tipo de transformación es la existencia de hogares, fábricas y ciudades inteligentes.
Otra de las adaptaciones de este machine learning son los vehículos inteligentes. Empresas como Nissan o Hyundai prevén introducir en el mercado vehículos totalmente autónomos en los próximos años.
En lo que se refiere al Big Data, se trata del manejo de enormes volúmenes de información. Esto nos aporta la capacidad de poder almacenar toda esa información en nubes que nos permiten acceder a los datos rápidamente y no ocupar tanto espacio físico como sucedería con otros medios más convencionales. Además, permite a las empresas trabajar en medidas que aportan al usuario una mejora en seguridad online. Por ejemplo, actualmente podemos encontrar distintas páginas en las que se puede jugar de manera fiable a juegos de azar clásicos como NetBet slots, entre otras.
Resumiendo, podríamos decir que la transformación digital impacta positivamente en la experiencia del usuario y de diferentes maneras: desde robots que son capaces de atender nuestros requerimientos hasta análisis predictivos del comportamiento, que permiten ofrecernos los productos y servicios más adecuados a nuestro perfil.