IPv6 la Internet del nuevo milenio

La Red de Redes se nos ha quedado pequeña. El comercio electrónico, las más diversas formas de ocio o la llegada de UMTS hacen necesaria su renovación.

Publicado el 09 Mar 2001

95030_86

A la investigación y defensa, aplicaciones que originaron la aparición de Internet, se han sumado desde entonces una larga lista de usos y servicios distribución de música, comercio electrónico, videoconferencia, telefonía y un largo etcétera de actividades cuyo denomindador común es la utilización de Internet como vehículo.

Miles de dispositivos móviles surgen día tras día con un único objetivo que podamos estar conectados a la Red en cualquier momento y desde cualquier lugar.

Así la consultora IDC señala que más de 260 miilones de personas tienen actualmente acceso a Internet, cifra que se elevará a 320 millones en el año 2003. A las puertas de tamaña revolución, la pregunta obligada es ¿está preparado Internet para todo esto?

Dar cabida a más usuarios y dispositivos. Ese es el reto al que se enfrenta actualmente Internet y que ha dado lugar a su revisión y renovación.

Los organismos encargados de velar por el correcto funcionamiento de la Red impulsaron en 1994 un debate conocido como IP Next Generation. El objetivo no era otro que encontrar una nueva arquitectura, un nueva Internet que hiciese frente a las necesidades de la Sociedad de la Información.

El resultado de estas investigaciones y estudios sería IPv6, el nuevo protocolo IP al que ya se ha bautizado como la Internet del nuevo milenio.

El nuevo protocolo de comunicación representa un paso más allá, una clara y necesaria evolución de IPv4, el estándar que se utiliza actualmente y que tras 20 años de vida, se ha visto desbordado por el crecimiento de la Red.
Aunque IPv4 permite asignar hasta 4.300 millones de direcciones IP, el caos y la desorganización que han marcado la asignación de las mismas, ha hecho que esta cifra resulte hoy por hoy insuficiente para acoger a los nuevos dispositivos que están surgiendo y especialmente, a la telefonía móvil de tercera generación UMTS, un fenómeno que tiene como base el nuevo protocolo.

Así, una de las principales ventajas del nuevo protocolo frente a IPv4 es que permite un mayor número de direcciones IP, concretamente 340 cuatrillones, cifra más que suficiente para acoger a cualquier dispositivo móvil que surga en los próximos años.

La razón se encuentra en el propio diseño de la dirección IP. Con el actual protocolo IPv4, la dirección tiene un formato a.b.c.d y cuatro números de 8 bits cada uno; es decir, que la dirección está compuesta por un total de 32 bits, con los que conseguimos un total de 4.300 millones de valores posibles.

Frente a esta estructura, en el nuevo protocolo IPv6 se ha variado el formato de la dirección que aumenta el número de bits a 128, lo que permite incrementar extraordinariamente el número de direcciones IP posibles resultado de su combinación.

Otra de las ventajas que presenta el nuevo IPv6 es la seguridad. El nuevo protocolo de comunicación incluye, de forma obligatoria e intrínseca en su núcleo, la especificación de seguridad IPsec, uno de los más famosos parches que se le añadió a IPv4.

Pero este mayor control y seguridad es para muchos también un arma de doble filo que merma la intimidad del usuario. Frente a esta desconfianza, los defensores de IPv6 han establecido que se pueda variar, o incluso desactivar, la parte del código que localiza al remitente del mensaje, los 64 bits que identifican al dispositivo, aunque ello evidentemente, limitará sus funciones.

Por último, otra de las mejoras que presenta IPv6 es el diseño del formato de cabecera de los envíos, que combina una mayor simplicidad con más flexibilidad. Frente a IPv4, el nuevo protocolo elimina algunos campos de la cabecera, otros los convierte en opcionales para reducir de este modo el tamaño de la misma y el coste de procesarla y tratarla. Además de tener un tamaño fijo, la cabecera de los paquetes en el nuevo protocolo es de gran flexibilidad, lo que permite añadir nuevas funciones o aplicaciones de forma más sencilla.
Es evidente que son muchas las diferencias entre IPv4 e IPv6 y que tanto los dispositivos actuales como las aplicaciones que los gobiernan y programas de comunicaciones deberán ser actualizados para adaptarse al funcionamiento del nuevo formato.

Pero esta actualización no se producirá de un día para otro; es más, IPv6 no implica la desaparición del actual IPv4 sino que ambos protocolos seguirán coexistiendo e interoperando durante algunos años.

El cambio no debe ser traumático y para ello, los fundadores de IPv6 y sus promotores contemplan todo un programa de acciones que permitan la transición de un protocolo a otro de forma suave y sencilla y que proteja la gran inversión realizada en IPv4.

Uno de los objetivos del proceso de migración a IPv6 es que tanto los routers como los servidores compatibles con el nuevo protocolo sean introducidos en el mercado gradualmente lo que permitirá tanto a fabricantes como a administradores de sistemas y usuarios finales realizar el paso a la nueva versión a su propio ritmo.

Una gran baza a su favor la encontramos en el propio hecho de que la estructura de direcciones de IPv4 se encuentra incluida dentro de la de IPv6, lo que permite que prácticamente no se necesite realizar ningún trabajo extra en la actualización al nuevo protocolo.

Así, IPv6 puede ser instalado como una actualización de software en los dispositivos de red, siendo totalmente compatible con el actual protocolo.

Durante el periodo de coexistencia de ambos protocolos, los equipos que no hayan sido actualizados todavía podrán seguir trabajando, identificando antes con qué protocolo se realiza la comunicación que recibe en cada momento. Es decir, cada dispositivo deberá leer la cabecera del paquete recibido, en la que un campo de cuatro bits le especificará si el protocolo utilizado es IPv4 o IPv6.

Respecto al coste de migrar a la Nueva Internet, Jordi Palet señala que este es mucho menor de lo que pueda pensarse el coste en hardware, sistemas operativos o routers, es prácticamente nulo. De hecho, la mayoría de fabricantes no están cobrando por hacer el cambio a IPv6. Lo que sí requerirá una mayor inversión es la migración a IPv6 de todas las redes pero tampoco es un coste descomunal.

Los verdaderos motores de la transición, son, en opinión de Palet, los propios usuarios. Son los usuarios finales los que van a tener la necesidad de migrar a IPv6 por que van a ver que les permite nuevas aplicaciones y servicios, más seguridad, mayor calidad de servicio, etc.

Totalmente acabado, IPv6 es una realidad desde hace tiempo. Fabricantes y proveedores cuentan ya con productos adaptados a la Nueva Internet. Que esta comience a andar y con ellas, sus múltiples ventajas, depende del propio usuario. ¿Comenzamos?

¿Qué te ha parecido este artículo?

Tu opinión es importante para nosotros.

R
Redacción RedesTelecom

Artículos relacionados

Artículo 1 de 4