Satisfacción y optimismo acompañaron en todo momento a César Alierta, presidente de Telefónica, en la Junta General de Accionistas celebrada recientemente y en la que el directivo valoró el año 2000 y presentó la estrategia que marcará los próximos ejercicios.
La solidez financiera y estratégica de Telefónica fue una de las bases del discurso de Alierta, quien señaló que la compañía contará, a finales del año 2004, con una base de clientes superior a los cien millones, incluyendo comunicaciones fijas, móviles y televisión de pago.
Estas previsiones de crecimiento tienen su foco en Latinoamérica, donde las tasas de penetración de telefonía fija y móvil (en torno al 13 por ciento) son todavía muy inferiores a las de otros mercados más maduros.
El 2000, un año en el que no sólo se cumplieron las expectativas de Telefónica sino que se sobrepasaron responde, según Alierta, a los criterios de crecimiento, diversificación, rentabilidad y calidad. Crecimiento, en cuanto al aumento del 24 por ciento registrado por Telefónica en sus ingresos; diversificación, para reducir la dependencia histórica de la compañía del negocio de la telefonía fija en España; rentabilidad, el nivel del beneficio bruto de explotación creció un 9,5 por ciento respecto a 1999; y calidad, al alcanzarse excelentes resultados, en un año de importantes adquisiciones y con saneamientos extraordinarios.
Con la mente puesta en el futuro y frente al desarrollo de la Sociedad de la Información, Telefónica dibujará su estrategia en torno a cuatro ejes Capturar el pleno potencial desarrollo de Iberoamérica; progresar en la orientación de la compañía hacia el cliente y sus necesidades; potenciar la innovación y crear nuevos negocios que aprovechen las oportunidades que va a representar la telefonía UMTS; y mejorar de forma continua los niveles de rentabilidad para garantizar una elevada rentabilidad de las inversiones.
Por otro lado, ni uno solo de los 19 operadores que solicitaron presencia en las centrales de Telefónica para acceder al bucle local, ha respondido al documento presentado por Telefónica el pasado 28 de mayo y que tenía como principal objetivo favorecer y acelerar la apertura de la llamada última milla. Para ello, el citado documento se centraba en tres acciones fundamentales dotar a los operadores de mayor capacidad predictiva en su despliegue, reducir los precios y agilizar los trámites para acondicionar las centrales.