La importancia de llamarse .es

Nuestro país está viviendo un momento de cambios reguladores en materia de comercio electrónico y dominios, con las enmiendas al proyecto de la LSSI y al borrador del Plan Nacional de Nombres de Dominios de Internet.

Publicado el 14 Jun 2002

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La pasada primavera, el Gobierno opt por aumentar el espectro de dominios acabados en .es, validando cinco nuevos espacios .edu.es, .gob.es, .nom.es, .com.es y .org.es, con la intencin de que cualquier persona pueda colgar su nombre en la Red.

La reaccin no se ha hecho esperar. Primero le toc el turno al Proyecto de Ley de Servicios de la Sociedad de la Informacin y del Comercio Electrnico. La Asociacin de Internautas, la Asociacin de Usuarios de Internet, la Asociacin de Usuarios de la Comunicacin, la Federacin de Usuarios y Consumidores Independientes y la Confederacin Sindical de Comisiones Obreras emitieron un comunicado conjunto entre otros puntos, el malestar de las asociaciones ante asuntos como la necesidad de que el texto delimitase con mayor claridad las actividades econmicas de aquellas que no lo son, o que definiese con ms precisin la figura de la autoridad competente para intervenir judicialmente en la Red a la que aluda.

Poco despus le toc el turno al Borrador del Plan Nacional de Nombres de Dominio de Internet, publicado por el Ministerio de Ciencia y Tecnologa el 12 de abril y al que la Asociacin de Usuarios de Internet le encuentra fundamentalmente tres pegas haber determinado la existencia de un Consejo Asesor de Red.es en lugar de un Consejo Supervisor con ms poder de arbitrio, permitir que las tasas recaudadas a travs de la concesin de dominios puedan ser utilizadas para cualquier actividad de Red.es y no slo para las relativas a los dominios y, por ltimo, asignar un nmero excesivo de dominios de segundo nivel, que en vez de ayudar, despisten an ms al internauta.

La intencin del Gobierno de ampliar el abanico de dominios acabados en .es, no era slo dar cabida a ms nombres, tambin es una manera de luchar contra la intrusin del .com que est desbancando en nuestro propio pas al dominio .es. As lo entiende Kevin Sigliano, consultor de PwC Consulting cuando explica que el dominio con mayor penetracin dentro del mercado espaol, al igual que el resto del mundo, es el .com con aproximadamente el 80 por ciento de la cuota, informacin que corrobora el director general de Nominalia, Jordi Hinojosa, aadiendo que actualmente, los .es representan slo entre el 10 y el 15 por ciento de las empresas espaolas con presencia en Internet. Lo cual se debe a que conseguir un .es resulta ms complejo y ms caro que hacerse con un dominio genrico como .com, .org y .net; por ello a da de hoy aparecen registrados en Red.es 39.610 .es, mientras que existen unos 700.000 dominios .pt en Portugal.

Pero no todo es cuestin de precio, tambin aparecen los temores a lanzar un negocio por Internet, como es el caso de las pymes, un sector fuertemente relevante en nuestro pas. Razones como una legislacin que no las mima lo suficiente, el miedo a invertir en un comercio electrnico que no alcanza las cifras estimadas, el fantasma de las puntocom flotando en el aire y un escaso conocimiento de los beneficios que pueden obtener de un negocio en la Red, las lleva a no querer mover ficha.

Ahora que hemos aprendido de errores pasados, la pata que queda coja es la de elegir el dominio adecuado para saltar a la Red. El Ministerio de Ciencia y Tecnologa propone en su Borrador la ampliacin de cinco dominios de tercer nivel cuyos indicativos son .com.es, para personas fsicas o jurdicas y entidades; .nom.es, para personas fsicas; .org.es, para entidades, instituciones o colectivos con o sin personalidad jurdica y sin nimo de lucro; .gob.es, para las Administraciones Pblicas espaolas y las entidades de Derecho Pblico dependientes de la Administracin y .edu.es para las entidades, instituciones o colectivos con o sin personalidad jurdica que realicen funciones o actividades relacionadas con la enseanza o la investigacin en Espaa.

Pero ya hay quien le encuentra pegas, como el director de la Asociacin de Usuarios de Internet (AUI), Javier Sol, que considera tanta clasificacin como innecesaria y recuerda que la propuesta de la AUI en este sentido era que hubiera dos dominios de tercer nivel que fueran .com.es para todo lo comercial y .civ.es para lo no comercial, al que se sumara un tercero que seran el de los profecionales, denominado .pro.es. Nuestra divisin en tres es un reflejo social ya que apuesta por lo comercial, lo personal y un apartado para un profesional que no se integra puramente en lo comercial. Eso s la pyme no aparece desfavorecida con la propuesta de cinco dominios de tercer nivel al contrario, se ha ampliado demasiado, pero lo interesante es que cualquiera puede tener un dominio.

Ahora el debate se abre en torno a qu dominio seleccionar, aunque Sol cree que es slo cuestin de saber darse a conocer, porque un dominio puede ser mejor o peor, sin embargo el xito estar en si saben hacer publicidad de l o no, de modo que no importa como sea el dominio si est bien anunciado.

En la etapa del boom de las puntocom pareca que un dominio bonito vala mucho, pero ahora esa idea se ha perdido y se potencia ms el darle mucha publicidad, relata Sol.

El problema estriba ahora en el reparto, porque .com tiene casi 10 millones de registros y casi todos los nombres estn cogidos, con lo cual una empresa que quiera tener un dominio que se llame como su marca y se encuentre con que ya est dado, tendr que recurrir a usar su nombre en un dominio de tercer nivel si ya no puede optar al segundo nivel, para que al menos as aparezca su nombre en el dominio. Lo que sucede es que los terceros niveles son menos atractivos y creo que se usarn poco, reflexiona Sol. Pensemos en un restaurante que abre una pgina web en la ciudad de Los ngeles en Estados Unidos, no es lo mismo llamarse www.chuparselosdedos.com, que www.chuparselosdedos.la.ca.us o s?

Pero aunque el Gobierno redisee leyes y las distintas asociaciones las corrijan, an as sigue faltando una pieza que impulse el desarrollo del negocio en la Red y las razones argumentadas son de lo ms variado. Pachi Martnez, Marketing Portal Manager de inter.net Spain, considera que el problema del comercio en Internet tiene ms que ver con la falta de confianza de los usuarios en los sistemas de pago online que con cualquier otra razn incluido un hipottico caos de dominios. Para Martnez, cuando se llegue a una solucin definitiva en asuntos de seguridad y se gane la batalla de la confianza se producir la explosin definitiva del comercio en la web.

Por su parte, Sigliano tambin entiende que el caos de los dominios no tiene mucha relevancia en el despegue del negocio en la Red y va ms all que Martnez en cuando a causas se refiere segn nuestras investigaciones y experiencias, la falta de confianza del consumidor, el pequeo nmero de terminales y la inmadurez de la oferta son los factores que ms afectan a la, an por venir, explosin del comercio electrnico.

Mientras, Hinojosa opina que el problema radica en varias cuestiones muy claras. La primera de ellas es la infraestructura de telecomunicaciones, lo que supone que en Espaa o Europa el despegue del negocio por Internet no creo que se produzca hasta que la banda ancha no se extienda por todo el territorio y la tarifa plana reduzca sus precios. Por otro lado, est la cuestin de cmo adecuar la oferta de productos y servicios al canal de la Red, ser mucho ms fcil vender determinados productos cuya logstica, precios y tipologa permitan obtener un valor aadido de Internet, como es el caso de los libros, ocio, discos o software.

En lo que todo el mundo coincide es en resaltar que la cada de las puntocom es un fenmeno que no se repetir. Sigliano incluso comenta que, en Espaa, en las tendencias del comercio electrnico, el ao 2003 ser el definitivo para la explosin del negocio por Internet y 2004 se consolidar llegando a los niveles de los pases ms avanzados de Europa. En todo esto el fracaso de las puntocom ha afectado de manera marginal, es ms, tuvo aspectos positivos como la reordenacin de los dominios y la desaparicin de los ciberocupas debido a la mayor legislacin y regulacin del sector.

Y Martnez considera que el batacazo que sigui al boom de las puntocom fue como una vuelta a la realidad del mercado de Internet y opina que no volver a repetirse dicho fenmenos, por lo menos de la misma forma. Hoy Internet no es una plataforma de enriquecimiento rpido, sino un soporte de negocio y comunicacin inestimable y aquellos que quieran hacer de la Red su va de negocio, debern hacerlo con las mismas reglas que los negocios tradicionales.

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Cristina López

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