La red de bibliotecas del Instituto Cervantes ha mejorado su sistema de gestión con ayuda de baratz. La relación del Instituto con su proveedor se remonta a 1992, año en que instala por primera vez Absys. Desde entonces, la evolución de la herramienta ha ido pareja a la realizada en la forma de trabajo de las bibliotecas del centro (con sede en 44 ciudades de todo el mundo).
Cristina Gonzalo, técnico de la biblioteca central, explica que “el cambio se debe a la evolución del modo de trabajo en todas las bibliotecas, no solo las del Instituto”. Antes, cada una de ellas contaba con su propio servidor y el bibliotecario debía realizar una serie de tareas de administración como copias de seguridad, reorganización de bases de datos, actualizaciones, etc. “Ahora se ha cambiado este sistema individual de trabajo a un colaborativo y en red, mediante el que los bibliotecarios trabajan en Internet. El programa está instalado en un solo proveedor por lo que las tareas de administración se hacen una única vez en la sede central”, destaca Cristina Gonzalo. En 2006 migrarán 20 de las 44 bibliotecas, mientras queen 2007 lo harán los centros restantes.
Por otro lado, se ha contratado el Centro de Atención Telefónica de baratz, con el que se ha dado respuesta a las exigencias de la red de bibliotecas en cuanto a necesidades de sus usuarios, a pesar de la dispersión geográfica y las dificultades de comunicación.
