La entidad financiera Caja Extremadura asienta uno de sus valores diferenciales en el fuerte vínculo adquirido con la región extremeña y su población, un compromiso que se refleja tanto en su Obra Social como en la prestación de servicios financieros en todos los rincones de la Comunidad.
De un tiempo a esta parte, sin perder este carácter regional, Caja Extremadura ha apostado por ampliar su marco de actuación a otras zonas de la Península. De este modo, en los últimos años se han abierto sucursales en Salamanca, Sevilla, Córdoba, Madrid y, más recientemente, en Cataluña (en Prat de Llobregat, Cornellá y Granollers). “Bien es verdad que con estas sucursales en Cataluña nos estamos dirigiendo, en principio, a los extremeños que viajan, residen o visitan esa Comunidad, pero podríamos extender nuestra área de actividad: no hay que ponerse barreras innecesariamente”, reflexiona Carmen Rodríguez, directora del área de Tecnología de Caja Extremadura. En este mismo contexto se enmarca la estrategia de llegar a todos los sectores económicos de la región. “Extremadura se percibe ante todo como una región agrícola y ganadera, y eso es lo que queremos empezar a cambiar, porque es una comunidad que puede tener mucho desarrollo en otras áreas de la economía, en un tipo de negocio más evolucionado que el centrado en agricultores y ganaderos. De hecho, en las estadísticas de crecimiento españolas, Extremadura es de las regiones que más ha aumentado sus ratios, en parte debido al incremento de las empresas de transformación de alimentos”, confirma Carmen Rodríguez. Otro baluarte del cambio es el apoyo de las iniciativas relacionadas con la innovación, en las que colabora con la Junta de Extremadura. “Se trata, en suma, de apoyar a la región pero promocionando actividades que creen más valor que aquellas limitadas a los sectores más tradicionales como el agrario y el ganadero” resume la directora del área de Tecnología de Caja Extremadura. Para ello, el empleo de las Tecnologías de la Información se revela como una herramienta esencial que permite la expansión del negocio a la vez que asegura su continuidad.
El efecto que las Nuevas Tecnologías han tenido sobre Caja Extremadura en los últimos 20 años es muy similar al del sector bancario en su conjunto, que ha automatizado prácticamente todos sus procesos. “La tecnología se ha convertido en una necesidad en cualquier empresa y es aún más importante para nosotros, ya que en España el nivel de mecanización alcanzado por nuestro sector es muy alto. Esto nos obliga, a pesar de nuestro tamaño, a alcanzar un nivel tecnológico adecuado para mantener una ventaja competitiva”, subraya Rodríguez.
La transformación ha sido fundamental tanto en el área de los procesos de negocio, como es el caso de los medios de pago, como en la propia administración de la Caja. “La gestión ha cambiado muchísimo. Hace ya unos años que se puede decir que en la Caja prácticamente se “eliminó” el papel de los listados. Hay muchos procesos internos que se han digitalizado: en la intranet hay aplicaciones para acceder a formularios, las nóminas y circulares se distribuyen en formato electrónico, etc.”, comenta Carmen Rodríguez.
Durante esta prolongada transición hacia un entorno informatizado y digital, Caja Extremadura ha contado siempre con los conocimientos y la experiencia de Telefónica. “Hace 20 años Telefónica instaló los primeros terminales de teleproceso y desde entonces venimos trabajando con ellos, de manera que nuestra relación ha ido creciendo junto con la evolución de las comunicaciones, que cada vez son más críticas para nuestro negocio. Ahora, además, Telefónica Empresas se ha convertido en uno de nuestros principales socios tecnológicos”, corrobora la directora del área de Tecnología de Caja Extremadura, quien añade que “desde el punto de vista de la gestión, a nosotros nos beneficia poder integrar la contratación de servicios en una misma empresa. A Telefónica la veíamos como un proveedor de infraestructura y estos últimos años hemos empezado a contratar algunos servicios, primero vinculados a comunicaciones y ahora a otras áreas, como es el caso del centro de respaldo contratado recientemente”.
La aparición de nuevas necesidades motivaron que Caja Extremadura se decidiera a migrar el anterior centro de respaldo de su Centro de Proceso de Datos (CPD). Entre los motivos que propiciaron el cambio se encuentra el hecho de que la Caja “tenía contratado este servicio en CECA Confederación Española de Cajas de Ahorros- desde hace varios años”, describe Carmen Rodríguez, “y ellos nos plantearon la necesidad de evolucionar la solución de una manera diferente, ya que algunos equipos quedarían obsoletos en poco tiempo y ellos mismos ya habían externalizado el respaldo de su CPD”. Por otro lado, los responsables de Tecnología de la entidad estaban interesados en mejorar la solución, que estaba basada en copias de cintas, “lo que implica un tiempo de recuperación bastante lento”, puntualiza Rodríguez. Otro factor está relacionado con los acuerdos de Basilea I y II, los cuales obligan a las entidades bancarias a tener controlado el riesgo operacional, puesto que no hacerlo tendría consecuencias financieras negativas. “Lógicamente concluye Carmen Rodríguez- los procesos de continuidad de negocio tienen una gran importancia en la gestión del riesgo”.
En la selección del nuevo centro de respaldo, se tuvo en cuenta como característica esencial que la solución dispusiera de la replicación on line de los datos. “Dado el volumen de información pensábamos que las comunicaciones serían una barrera, entonces analizamos una solución con un CPD de respaldo no muy lejano al actual de Plasencia, pero la infraestructura que había que montar lo hacía muy complejo, así que contactamos con varios proveedores y la propuesta que nos hizo Telefónica Empresas nos pareció la más robusta y que cubría todos los objetivos que nos habíamos planteado”, explica la responsable de Tecnología de la Caja.
En dicha propuesta, que se concreta en la creación de un centro de respaldo del CPD principal en uno de los Centros de Datos Gestionados de Telefónica ubicado en Madrid, tienen mucho que ver las propias características del centro, como describe Rodríguez: “Desde luego hay que destacar las infraestructuras, ya sea de energía, aire acondicionado, seguridad, todos ellos sistemas altamente redundados. Pero para mí la sorpresa fue constatar la cantidad de equipos y empresas que utilizan estos servicios en el Data Center, yo esperaba un perfil de servicios más orientados a las comunicaciones”.
El servicio contratado por Caja Extremadura consiste básicamente en una solución de respaldo del mainframe de la entidad, con el que se da respuesta a las necesidades de casi la totalidad de los procesos de negocio de la Caja. En cuanto a los equipos, el modelo es mixto, ya que los discos alojados en el Data Center de Telefónica son propiedad de la Caja, mientras que el mainframe y el resto de dispositivos pertenecen a Telefónica: “En este aspecto hemos encontrado mucha flexibilidad al analizar diferentes alternativas tecnológicas”, comenta satisfecha la directora de Tecnología de la Caja.
Antes de contratar el centro de respaldo, se fijaron dos objetivos: por un lado, la disminución de la pérdida de datos y, por otro, del tiempo de recuperación. En tercer lugar, pero no menos importante, se planteó como reto, el alcance de los datos a recuperar, que constituye la siguiente fase del proyecto.
En lo que respecta al primer objetivo, dado que la solución de Telefónica Empresas permite la replicación de datos on line, la pérdida de los mismos se reduce a dos o tres segundos, mientras que en el servicio anterior la copia de la información tenía lugar durante la noche, por lo que el tiempo de pérdida era de 24 horas. “Además, la operación se realiza mediante dos líneas de 155 Mbits que tienen accesos diversificados, lo que hace que la solución sea muy segura”. En el caso del tiempo de recuperación, se ha pasado de diez a cuatro horas fijadas en el contrato, aunque tal y como comenta Carmen Rodríguez “en las simulaciones que hemos realizado este tiempo ha estado muy por debajo”.
Junto a estas ventajas, la responsable de Tecnología cita otras de no menos importancia, tales como disponer de varias copias, la garantía de confidencialidad y compromiso de salvaguarda de los datos por parte de Telefónica Empresas, la mejora de los tiempos de respuesta ante una situación de emergencia, la solución al problema de las comunicaciones en caso de contingencia -dada la capilaridad de la red de oficinas éste era un tema importante para conseguir minimizar los tiempos de inoperatividad-.
El tercer objetivo, aumentar el número de procesos y aplicaciones replicados, comienza este mismo año, durante el cual se pretende completar la solución con la copia viva en el CDG de ficheros históricos o muy voluminosos que actualmente siguen en cintas. “Y estamos estudiando extender los mismos servicios a los otros servidores de datos fuera del mainframe”, concluye Rodríguez.
También junto a Telefónica Empresas se están acometiendo otros proyectos. En la actualidad las oficinas se encuentran en un proceso de migración a IP debido a la exigencia por parte de nuevas aplicaciones CRM, intranet- de mayor ancho de banda. “Cuando Telefónica acordó con la Junta de Extremadura que daría cobertura ADSL a toda la Comunidad, iniciamos un plan piloto para migrar 90 oficinas, que enseguida derivó en un plan para la migración total”, comenta Rodríguez.
El proyecto de futuro más destacado en la actualidad es la instalación de sistemas de videoconferencia en las 20 oficinas que la entidad posee fuera de Extremadura, con el objetivo de permitir la comunicación entre la red comercial y los responsables de zona. “Se alternarán sistemas de conferencia entre dos oficinas o incluso multiconferencia, y se podría utilizar incluso para la formación a distancia”.
Por último, en el apartado de movilidad se está trabajando en distintos proyectos alrededor de tecnologías GPRS/UMTS, como presencia en eventos, respaldo en oficinas o cajeros desplazados. Este nuevo reto de la movilidad hace palpable la capacidad de innovación de la Caja y su deseo de ser un propulsor del desarrollo económico de la comunidad extremeña.