En la última década, desde la Administración Pública se ha tratado de impulsar la Sociedad de la Información apostando por varios retos: dotar de acceso a Internet de banda ancha a las poblaciones más remotas, potenciar la e-Administración, favorecer la entrada de las TIC dentro de la Sanidad Española e impulsar el DNI electrónico ¿Cuáles serán los próximos objetivos del Ministerio?
El Plan Avanza es el instrumento central en la búsqueda del desarrollo acelerado de la Sociedad de la Información en nuestro país, con el que pretendemos, en primer lugar, avanzar en la construcción de la sociedad del conocimiento para mejorar la productividad y competitividad en nuestra economía y el bienestar de la ciudadanía y lograr la convergencia con Europa y entre nuestras comunidades autónomas.
La inversión pública realizada en el marco de Avanza hasta hoy es excepcional. Entre 2005 y 2008 el Gobierno habrá dedicado casi 4.500 millones de euros al desarrollo de la Sociedad de la Información frente a los 1.800 millones dedicados en el período presupuestario de la legislatura anterior; por tanto, hemos multiplicado las aportaciones a este apartado presupuestario por 2,5.
El secretario general de Industria, Joan Trullén, afirmaba en septiembre en el XXI Encuentro de las Telecomunicaciones celebrado en Santander que el presupuesto del Plan de I+D+i 2008-2011 tiene como objetivo acometer un cambio estratégico en la economía española tendiendo a la competencia industrial y comercial en conocimiento y la apuesta por la investigación y desarrollo y no sobre la base del un bajo coste salarial ¿Cómo se hará llegar este mensaje a las empresas españolas?
Este mensaje ya ha llegado a nuestras empresas, lo mismo que la necesidad de involucrar las infotecnologías en los procesos productivos. Las consecuencias no se han hecho esperar: el porcentaje de empresas conectadas a la banda ancha es hoy prácticamente el doble que hace cuatro años, casi un 93 por ciento, frente al 51 por ciento de entonces, y muy por encima del 85 por ciento de Europa. Más de 50.000 pymes se han beneficiado de créditos al cero por ciento para la mejora de su equipamiento TIC y la conexión a la banda ancha; el comercio electrónico ha multiplicado su volumen prácticamente por 10 en nuestro país (de 445 millones a finales de 2003 a los 4.250 millones que se estiman al cierre de este año); el porcentaje de empresas que realizan compras a través de Internet se ha multiplicado por 5; y el Plan Avanza ha financiado más de 1.100 proyectos de I+D+i empresarial, con más de 900 millones de euros movilizados.
Los frutos de esta dedicación pública y privada han comenzado ya a ponerse de manifiesto a escala europea: según el último informe eBusiness Watch 2007 de la Comisión Europea, España es el segundo país europeo en desarrollo del negocio electrónico en las empresas. El índice destaca además la mayor velocidad a la que las empresas españolas (sobre todo las pymes) están incorporando las TIC al día a día de su actividad en campos como el uso de soluciones de gestión de relaciones con clientes, gestión de la cadena de suministro e instalación de redes locales inalámbricas. España es, además, el tercer país de la Unión Europea en el que más empresas utilizan actualmente la facturación electrónica, por detrás de Finlandia y Reino Unido y en la misma posición que Alemania.
Para no perder el tren de la innovación con respecto a los países más punteros de Europa y del sureste asiático ¿Cuáles son los cambios más urgentes que deberían acometer las compañías en nuestro país?
Frente al fenómeno de la deslocalización de mano de obra de baja cualificación que viene sufriéndose en Europa y Estados Unidos desde hace varios años, España tiene numerosas ventajas competitivas que ofrecer al mundo. Este proceso de deslocalización (offshoring) atiende todavía de forma mayoritaria al criterio de pura reducción de los costes laborales de las empresas, sin atender a otros parámetros de valor añadido. Sin embargo, los países emergentes están actualizando también sus conocimientos y su capacidad de oferta de profesionales cualificados más rápidamente de lo que cabía esperar hace tan sólo cinco años.
España tiene mucho que ofrecer de forma diferenciada frente a los países emergentes e incluso frente a sus vecinos europeos más desarrollados. Según los analistas (en encuestas a directivos de las principales empresas europeas), nuestro país es, por un lado, uno de los más atractivos de Europa para la localización de empresas de alta tecnología; y, por otro, también uno de los más competitivos para la externalización cercana (nearshoring) de servicios TIC para empresas. En el primer caso, los incentivos para la localización no se restringen sólo a la acción de la Administración Central, sino que se extienden al ámbito autonómico y el de las Entidades Locales. En el segundo, factores como la sintonía de horarios, la cercanía geográfica o la afinidad cultural pueden llegar a ser determinantes a la hora de sopesar un proyecto de inversión o de externalización.
Estos factores suponen una clara oportunidad de negocio para las empresas españolas, no sólo para las grandes y más establecidas sino también para las pymes innovadoras que presenten al mercado soluciones TIC en el entorno internacional.
Para ello cuentan con el apoyo del Gobierno: el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, por medio de diversas unidades como el ICEX, la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, el CDTI y la Dirección General de la Pyme, entre otras, ha puesto en marcha programas específicos de fomento de la presencia y la visibilidad global de las empresas españolas.
Remitiéndonos de nuevo a los Indicadores de la Sociedad de la Información de septiembre 2007, el 92,65 por ciento de las empresas españolas con más de diez asalariados disponen de conexión a Internet, mientras que el porcentaje de hogares con acceso a la Red en 2006 no superaba el 39 por ciento. ¿Qué nuevas acciones emprenderán desde la Administración para potenciar Internet entre los ciudadanos?
Todos los indicadores de desarrollo de la Sociedad de la Información en nuestro país están experimentando crecimientos apreciables. El 45 por ciento de los hogares está ya conectado, y las conexiones a Internet mediante banda ancha se sitúan ya en la media de la Unión Europea.
Numerosos programas integrados en Avanza tienen como objetivo afianzar entre los ciudadanos la percepción de los beneficios del uso cotidiano de las TIC. Podemos citar numerosos ejemplos, como el Plan de Extensión de la Banda Ancha; el Plan de Ampliación y Mejora de la Cobertura de la Telefonía Móvil, que beneficia a más de un millón de personas del mundo rural; el programa de Telecentros y un largo etcétera.
Si ganan la próxima legislatura ¿Cuáles son los retos que acometerán en materia de TIC?
Continuar profundizando en las reformas y programas emprendidos, que tan buenos resultados están proporcionando a nuestros ciudadanos, nuestras instituciones y nuestras empresas.
Entre los programas que van a experimentar un mayor impulso se encuentra, por ejemplo, la transición de nuestro país hacia la Televisión Digital Terrestre, lo que nos colocará como pioneros y líderes en Europa en este ámbito. Gracias al Plan Nacional de Transición a la Televisión Digital, la cobertura actual de la señal de TDT supera ya el 85 por ciento del total de la población en nuestro país (la mayor de Europa). En los últimos meses se han alcanzado los 6,5 millones de receptores de TDT y se han adecuado ya las instalaciones de casi la mitad de los edificios que precisan de adaptaciones en sus instalaciones de antena para el relevo digital. El calendario para este relevo se ha adelantado dos años, pasando del 2012 al 2010.
En el campo empresarial, el uso de las TIC y el fomento de la I+D+i van a ser áreas de prioridad redoblada. Iniciativas como el Plan de Fomento de las Plataformas Tecnológicas Españolas y el nuevo Plan de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica 2008-2011 van a ser determinantes para consolidar nuestro avance en relación con los ambiciosos objetivos que nos hemos propuesto: situar a España en la vanguardia del conocimiento; promover un tejido empresarial altamente competitivo; desarrollar una política integral de ciencia, tecnología e innovación con una plena imbricación de los ámbitos regionales en el sistema de ciencia y tecnología; apoyar a nuestras empresas en su dotación de una mayor dimensión internacional; continuar potenciando un entorno favorable a la inversión en I+D+I; y fomentar la cultura científica y tecnológica de la sociedad. Todo ello, en definitiva, para lograr una mayor riqueza social y un desarrollo económico sólido y sostenido en el futuro.