Robert Assink, Director General de Interxion España

Publicado el 19 Nov 2007

A finales de los años noventa, los Centros de Datos vivieron una primera época de popularidad, impulsada por el boom de las telecomunicaciones y el despegue experimentado por Internet. Las grandes empresas comenzaron entonces a apostar por la externalización de sus sistemas e infraestructuras tecnológicas, aprovechando las múltiples ventajas en cuanto a conectividad, disponibilidad y seguridad que les ofrecían dichos emplazamientos. Sin embargo, el desplome de las “puntocom” supuso para muchos Centros de Datos en Europa una pérdida importante de negocio y, en algunos casos, el desplome de su actividad.

Actualmente, los Centros de Datos han recuperado su pujanza, a medida que las empresas han constatado la rentabilidad de la opción comprar frente a construir y gracias a la creciente demanda de ayuda que plantean para desarrollar sus operaciones, de una complejidad técnica cada vez mayor. Hoy en día el sector es mucho más maduro y compañías de todos los tamaños y sectores están más predispuestas que nunca a utilizar instalaciones de terceros. Los Centros de Datos no sólo ofrecen la posibilidad de compartir infraestructuras, evitando la elevada inversión inicial que supondría ponerlas en marcha por propia iniciativa, sino que permiten reducir al mínimo los costes operativos.

La tendencia actual del mercado apunta a una necesidad doble por parte de las empresas: estrategias de continuidad de negocio y de respaldo, tanto para servicios específicos como para las operaciones críticas. En una economía que se desarrolla en tiempo real, las comunicaciones y la alta disponibilidad han cobrado una importancia vital. El compromiso con un único operador de telecomunicaciones eleva el riesgo ante una eventual falta de suministro por problemas técnicos, una situación que puede afectar gravemente a la actividad diaria de una compañía.

En un mercado abierto y transparente ya consolidado, los Centros de Datos independientes garantizan el acceso a las redes de múltiples carriers en las mejores condiciones y ofrecen los servicios más competitivos de cada uno de ellos. De esta forma, las empresas pueden disfrutar de mayor flexibilidad y libertad de elección, y minimizan sus riesgos ante incidencias imprevistas.

Cualquier compañía con necesidad de mantener sus equipos y datos en óptimas condiciones es susceptible de utilizar un Centro de Datos independiente para mejorar sus procesos de IT. La evolución de las tecnologías de la información y la comunicación, la cantidad de datos que se manejan diariamente on line y una legislación cada vez más rígida para su protección acentúan la presión para implementar soluciones de almacenamiento de datos y de continuidad de negocio, que sean lo suficientemente flexibles para hacer frente a necesidades y riesgos futuros.

Los Data Centers se convertirán así en el corazón de la sociedad de la información, una comunidad de negocio donde oferta y demanda de TIC se encuentren. Su auténtico valor añadido ya no estará únicamente en sus características técnicas, sino en la capacidad que tenga para encontrar servicios y facilitar la generación de negocio.

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Redacción

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