Por Gustavo Ciuffo Cada vez más, los centros de datos complejizan las infraestructuras de las organizaciones, que buscan centralizar y controlar sus sistemas desde una ubicación que sea capaz de almacenar y procesar toda la información circulante.
Sin embargo, hay empresas a las que, por limitaciones de infraestructura o de costes, les es imposible disponer de un data center que de respuestas a las nuevas demandas de trabajo. Los equipos de CPD in-a-box, o centro de datos en containers (soluciones premanufacturadas preparadas para trasladar y emplazar en un determinado espacio) son los productos óptimos para satisfacer las necesidades de las organizaciones que no pueden tener un centro de datos in-house.
Al instalarse en contenedores, prácticamente cualquier empresa se puede permitir tener un centro de datos completo, ya sea original o como copia de seguridad, de forma prácticamente inmediata. Los centros de datos en containers representan, pues, una importante reducción de costes y cuentan además con una rapidez operativa que se adapta a las necesidades de funcionalidad de cada cliente. Algunos de los proveedores más importantes de este sector, explican a DATA CENTER MARKET las posibilidades que ofrecen estas soluciones.
Eficiencia energética
En los últimos años, los CPD de las compañías vienen afrontando grandes retos: desde ser capaces de albergar las nuevas tecnologías de virtualización hasta centralizar la capacidad computacional de las empresas en un espacio bien definido. Sin embargo, estos desafíos van creciendo en paralelo a una exigencia de ahorro de costes en infraestructuras y, sobre todo, en consumo energético. Las soluciones de CPD modulares parecen cumplir con esta exigencia y la primera cuestión que nos parece oportuno esclareces es qué dimensión tiene esta reducción de costes en la facturación de una organización. En el verano de 2008, la compañía HP anunció el Performance Optimized Data Center (HP POD). Desde esa fecha, distintos clientes de la industria del software, semiconductores, petróleo, ingeniería aeronáutica y sector público han optado por soluciones de CPD modular. “Los data centers in-a-box, y más concretamente el HP POD, están especialmente recomendados para clientes que busquen una solución de CPD que provea mayor densidad de potencia, mayor eficiencia energética, mayor velocidad de puesta en marcha y, sobre todo, flexibilidad geográfica. La eficiencia energética, al final, implica reducción de costes de operación. El PUE que ofrece el HP POD es de aproximadamente 1,25 frente a los CPDs tradicionales cuyo PUE suele estar entre 2 y 3. El PUE es un ratio que mide la eficiencia energética de un CPD, específicamente mide la relación entre el consumo total del centro de datos (incluye UPS, unidades de distribución de potencia, generadores, baterías, sistemas de enfriamiento, iluminación y pérdidas por distribución no relacionadas al equipamiento informático) frente al consumo de los equipos de TI”, nos comenta Esther de Nicolás, ISS Product Manager de la compañía. La responsable agrega que, idealmente, el PUE debería ser de 1, cuanto mayor sea el PUE quiere decir que más recursos estamos desaprovechando. Un PUE de 3 significaría, en un servidor que consuma 400 vatios, que estamos gastando 1200 vatios de la red eléctrica para operarlo. “Siguiendo con este ejemplo – explica de Nicolás- , si tuviésemos 50 de estos servidores, estaríamos consumiendo 60Kw/h. Asumiendo un precio del Kw/h a efectos del ejemplo de 0,08 euros y un funcionamiento 24×7 del CPD, estaríamos gastando en total más de 290.000 euros al año en energía eléctrica. Si reducimos el PUE a 1,25 la situación mejora drásticamente. En lugar de gastar 1.200 vatios por servidor estaríamos gastando tan sólo 500. Haciendo el mismo cálculo, el coste anual sería de poco más de 120.000 euros, que es una reducción mayor al 50%”.
Alberto Zucchinali, EMEA DC Solutions & Services Manager de Siemon, no deja de reconocer la importancia del ahorro de costes que muy bien ha ejemplificado Esther de Nicolás pero matiza el tema frente a otros factores que, en su opinión también tienen un peso significativo en la toma de decisiones: “El ahorro de costes es siempre un factor importante en cualquier paso que implique una inversión. Sin embargo, todas las compañías implicadas en el negocio de los centros de datos deben considerar primero la fiabilidad, la calidad de servicio, la flexibilidad y la eficiencia como factores primordiales”, explica el responsable de Siemon. Es evidente que la reducción de costes en electricidad para cada cliente depende de la situación de partida pero no cabe duda de que el consumo energético de un centro de datos es importante, ya que suma el consumo de los dispositivos alojados (servidores, routers, switches, firewall, cabinas de almacenamiento, etcétera), junto con el consumo de luz, y de energía que consumen las maquinas de control ambiental, necesarias para enfriar la sala y mantenerla a la temperatura óptima para el correcto funcionamiento de los equipos.
Para Javier Morrus Jumela, director de Madrid de la compañía Adam Global IT Services, “los data centers inbox, optimizan mucho más su consumo y pueden llegar a reducciones de costes energéticos del cuarenta por ciento, pudiendo llegar al cincuenta por ciento dependiendo del emplazamiento. Esto es debido a la gestión inteligente del aire frío, y a la posibilidad de instalar dicho CPD en zonas de temperaturas muy bajas y aprovechar esa baja temperatura para enfriar los equipos”. Por otro lado, el directivo destaca también que los costes de implantación de un CPD modular y un CPD tradicional a igualdad de metros, son muy similares, si bien el centro tradicional es un poco más caro. La gran ventaja económica de un CPD in-box para las empresas es su modularidad, escalabilidad y movilidad. Un centro de datos in-box permite crecer según las expectativas de cada empresa, se puede adaptar a las necesidades, cada modulo es independiente y puede mejorarse en cada versión.
La cuestión de los costes no es la única ventaja que presentan los centros de datos modulares. No debemos olvidar la disponibilidad inmediata del CPD, la facilidad de integración o la seguridad. Emilio Permuy, director general de SGI, se refiere a alguna de estas otras ventajas. “La disponibilidad es muy rápida –dice– ya que este tipo de soluciones se ofrecen a los clientes, listos para operar, en plazos de semanas (de seis a diez), frente a meses o años de una solución tradicional. Esta puede ser la manera más rápida de poner un nuevo centro de datos en marcha o de añadir capacidad a uno ya existente”. Además, Permuy destaca que existe una gran sencilléz en la integración ya que este tipo de centros de datos son, por definición, ‘autocontenidos’ y no afectan a lo ya existente. Podemos incrementar la capacidad de nuestro centro de datos sin tener que emprender costosas obras de remodelación o de compactación de lo que ya tenemos funcionando. Además esto se hace sin afectar a la operación de lo ya existente. Así, la escalabilidad es ilimitada.
Otra ventaja añadida a la reducción de costes, la buena integración y la rápida disponibilidad es, en palabras del directivo de SGI, que se incluye en la mayoría de los casos toda la infraestructura (computación, almacenamiento, comunicaciones, potencia y refrigeración)por lo que no presentan ningún problema añadido a su puesta en marcha. Asimismo, no es un dato menor el hecho de que, si una organización parte de cero, la solución de container es mucho más interesante económicamente porque no demanda de la inversión de un edificio y simplifica enormemente las instalaciones necesarias, con la reducción de costes que esto trae consigo. Esta opinión corresponde a Angela Carson, Director, Marketing AST Global (Advanced Shielding Technologies), quien también destaca como variable de peso el hecho de que una solución de este tipo nos permite crecer y ampliar un data center a medida que se va necesitando más espacio para racks y/o potencia TI. “Otro punto importante, es la movilidad. En un entorno tan cambiante como el actual, el container nos permite variar fácilmente la ubicación de nuestro data center en un tiempo y a unos costes mínimos”, agrega Carson.
Por último, y en referencia a las ventajas principales de los centros de datos in-a-box, no debemos olvidar la seguridad. Para los expertos consultados, la seguridad de estos contenedores es máxima, pudiendo incorporarse a los mismos cámaras de vigilancia, sensores de movimiento, entradas de seguridad y los más modernos avances en tecnología de securización. Además, una vez puestos en marcha la necesidad de entrar en el contenedor es muy reducida, salvo para tareas de mantenimiento. En lo que respecta al tipo de empresa que se puede beneficiar con esta clase de soluciones modulares, DATA CENTER MARKET ha consultado con los proveedores para saber si estas herramientas son compatibles en todo tipo de compañías o si depende del tamaño de las mismas, y también para entender si estos modelos están pensados para aquellos que busquen tener un centro de respaldo o un centro secundario. A este respecto, desde HP nos comentan que, más que por el tamaño de la empresa, lo que se pondera es que sea apto según las necesidades que tenga esta organización. Los CPD modulares como el HP POD están especialmente indicados para necesidades que impliquen una densidad de potencia muy alta en los racks o bien flexibilidad geográfica. “El mercado ha madurado mucho –sostiene Esther de Nicolás–, cada vez hay más proveedores que fabrican estas soluciones y más clientes que las evalúan para sus proyectos. Es probable que veamos un crecimiento de este tipo de soluciones a medida que aparezcan más proveedores de soluciones cloud, pero no creemos que vayan a sustituir a los CPDs tradicionales puesto que cubren necesidades distintas”.
Desde Adam Global IT Services también se refieren al crecimiento de la demanda y nos explican que cualquier empresa que necesite un centro de datos y disponga de 20 metros cuadrados, aproximadamente, es un cliente potencial de la solución. “Para ser realistas” dice el director de Madrid de la compañía– , ha de necesitar un mínimo de tres o cuatro armarios para alojamiento de equipos para estudiar una solución de centro de datos, sea tradicional o in-box”. Javier Morrus Jumela agrega también que, para aquellos que busquen tener un centro de respaldo o centro secundario la opción no deja de ser interesante, puesto que representa una “solución perfecta” para problemas de BRS o DRP. En relación a esto último, es decir la posibilidad de que un data center container funcione como un centro secundario o de respaldo, desde AST Global aclaran que, si bien esta opción es válida, en la mayoría de las instalaciones que ha realizado la compañía se ha utilizado como centro principal y plenamente operativo. “Esto es debido a que nuestros containers proporcionan un entorno de trabajo prácticamente igual al de un DC convencional”, aseguran. Desde Cisco, Luis Palacios, director de Desarrollo de Negocio para Data Center y Virtualización en la región Mediterránea de la compañía, nos comenta que los centros de datos in-a-box “son aptos para empresas que pretendan ampliar, completar o incluso reemplazar los centros de datos tradicionales, por lo que no depende del tamaño de la empresa sino de sus necesidades”. Sin embargo, el directivo de Cisco aclara que sí hay diversas situaciones en las que estas soluciones se demandan con mayor frecuencia: “cuando el cliente quiere sumar capacidad para responder a sus crecientes necesidades de una forma muy rápida (nuestro Containerized Data Center está disponible en un plazo de 12 a 16 semanas desde que se encarga), cuando se va a utilizar como solución de backup, continuidad de negocio o recuperación frente a desastres, cuando el espacio es limitado o cuando sirve de apoyo a misiones militares o humanitarias en áreas remotas”.
En los centros de datos tradicionales, el diseño ocupa una parte importante del conjunto de consideraciones que van a determinar su implantación. Generalmente, las compañías deben tener en cuenta, además de la elección de su ubicación geográfica, la cercanía con infraestructuras incompatibles, el coste económico y, en un plano más secundario, la altura de la planta donde se va a instalar, el aire circulante, la disposición del cableado, etcétera. Pero qué sucede cuando hablamos del diseño de un centro de datos in-a-box: ¿este diseño queda en manos de la empresa cliente o es un tipo de solución estándar limitada por su propuesta modular? En el caso de HP, el diseño del HP POD es muy flexible y permite trabajar para adaptar la solución a las necesidades del cliente. Los racks que lleva en el interior –nos explican–son totalmente estándar, de forma que es compatible con múltiples equipos de diferentes fabricante (siempre que estos equipos cumplan los estándares de la industria). “HP POD se solicita y entrega a través de HP Factory Express, una organización de Hewlett-Packard de personalización, configuración e integración de servicios. HP POD puede ofrecer una gran variedad de servidores, soluciones de almacenamiento y de redes, totalmente preparado para empezar a trabajar en el centro de la empresa que lo contrate”, destaca Esther de Nicolás de HP. Por su parte, desde Adam Global IT Services, Javier Morrus Jumela, nos explica que para su compañía la solución es moldeable a las necesidades de cada cliente, “aunque existe un estándar que utilizamos en nuestro centro de datos de Madrid”. En el caso de SGI, la empresa desarrolla dos diseños alternativos dependiendo de las necesidades del fabricante: “centros de datos modelares ya diseñados por nosotros o bien contenedores “universales” en los que podemos incorporar cualquier elemento o característica que el cliente solicite”, nos explican. La solución container de APC by Schneider Electric, por su parte, se diseñan para contener equipamiento de energía, refrigeración y TI en medidas estandarizadas que pueden ser construídas y escaladas en función de la demanda. Diego Astrada, Power, Building & IT Business Marcom Director by Schneider Electric España, nos explica la metodología de su compañía en el diseño de los CPD: “Lo primero que hay que hacer antes de presentar una propuesta es de terminar las necesidades del centro de proceso de datos en containers, entre ellos, la localización potencial (exteriores, edificios, nuevas estructuras, etcétera.) y los requerimientos de capacidad (distribución eléctrica necesaria, refrigeración, número de racks, etcétera). En segundo lugar, hemos de determinar el presupuesto del que se dispone y, a continuación, decidir los atributos que nos gustaría que tuviese nuestro container atendiendo a los niveles de redundancia, refrigeración, requerimientos en función del tiempo de ejecución, densidad del rack, objetivos de eficiencia energética y gestión”. Astrada aclara que, por tratarse de elementos estratégicamente distribuidos dentro de los contenedores, estos diseños suelen ser parte de la propuesta del proveedor porque lo que hacen es asegurar el máximo provecho del poco espacio disponible. “Una vez hayamos dado estos pasos, se puede dar una propuesta ajustada a lo que el usuario necesita”, puntualiza.
En el caso de Cisco, la solución Containerized Data Center se construye sobre contenedores estándares basados en normas ISO. Desde la compañía explican que esto permite reducir su tamaño y por tanto se trata de una solución que puede trasladarse prácticamente a cualquier sitio, ya sea por mar, tierra o aire. “Nuestros Containerized Data Center se entregan ya probados y con todos los elementos definidos por el cliente, por lo que su instalación es tan sencilla como conectarlo a la energía eléctrica y a la red corporativa, y puede implementarse como una extensión de un data center tradicional o como solución independiente”, explica Luis Palacios. No obstante, el directivo aclara que, aunque el contenedor en sí es estándar, los elementos que lo integran –que también se basan en estándares y son principalmente la computación, la red, el acceso al almacenamiento y la virtualización, todo el cableado y la gestión– pueden personalizarse completamente por el cliente, tratándose de una solución ‘llave en mano’. De esta forma, puede integrar tanto tecnologías y equipos de Cisco como de otros fabricantes líderes en la industria, según las indicaciones del usuario. “Después se comprueba su correcto funcionamiento y llega a su destino ya cableado, en rack y listo para operar”, completa Palacios.
Por supuesto, los aspectos básicos de un contenedor deben ser tenidos en cuenta: esto puede implicar algunos elementos especiales para permitir una gestión diaria en un entorno de funcionamiento ligeramente más limitado (por ejemplo, armarios deslizantes y otros accesorios relacionados). Esta idea es desarrollada por Alberto Zucchinali: “Todos los proveedores implicados en la construcción de un centro de datos deben contribuir de forma importante para alcanzar una implementación de valor añadido; empezando por los requisitos del cliente y escogiendo la mejor opción para cada proyecto. En Siemon, siempre estamos dispuestos a asesorar a nuestros clientes y colaboradores par identificar el mejor diseño e infraestructura para su centro de datos, con el objetivo de optimizar la energía, refrigeración, seguridad y gestión de su capa de infraestructura física”, asegura el directivo.En materia de diseño, es evidente que, tal como nos han planteado los profesionales, hay un esfuerzo importante de los proveedores por tratar de cubrir las necesidades específicas del cliente, dentro de los límites que permiten las configuraciones básicas de las soluciones. “Nuestra experiencia y flexibilidad hacen que colaboremos con nuestros clientes para proporcionarles la mejor solución que se adapte a sus necesidades. Al contrario de las otras soluciones de containers presentes en el mercado, nuestra solución es open vendor y no requiere de equipos especiales adaptados. Podemos utilizar cualquier equipo de cualquier fabricante, lo que nos proporciona una gran flexibilidad y adaptabilidad a las necesidades del cliente”, destaca Angela Carson, de AST Global.
Lógicamente hay muchas diferencias entre las distintas soluciones modulares del mercado, y corresponde a cada cliente evaluar cuál de ellas se amolda a su negocio. Los proveedores son conscientes de este mercado y, en muchas ocasiones, hay todo un trabajo de asesoramiento y planificación que pretende facilitar la labor de decisión del cliente. En HP tienen muy clara esta idea. “Quizá lo que más nos diferencie sea nuestra flexibilidad, siendo capaces de modificar elementos del diseño y además el uso de medidas totalmente estándar para dar soporte a equipos de cualquier fabricante. Completamos el producto con una serie de servicios exclusivos de HP.
Entre ellos, destaca HP POD-Works, la primera cadena de montaje para HP POD (Performance Optimized Data Center) en todo el mundo. Con el nuevo POD-Works, el despliegue se acelera hasta un ochenta y ocho por ciento comparado con los procesos tradicionales de construcción de centros de datos”, explica Esther de Nicolás. La responsable de la compañía indica también que dentro del servicio de HP, existe también la posibilidad acceder a HP POD Infrastructure Services, que incluye asesoría, preparación y despliegue de servicios, así como diseño y planificación del centro de datos a través de EYP Mission Critical Facilities, una compañía de Hewlett Packard.
El valor de marcar la diferencia
No podemos dejar de mencionar que, más allá de que el data center container es una solución que aporta una utilidad para un tipo específico de necesidad, cada empresa proveedora configura dicha herramienta con elementos diferenciadores que la convierte en características de valor de su producto frente al resto de sus competidores. Desde Adam, por ejemplo, y tal como nos indica su responsable, el elemento diferenciador lo conforma el hecho de que su producto (Adam DataBOX) no incluye computación, ni equipos “Esta desarrollado y diseñado por el equipo de ingenieros que lleva más de 15 años trabajando en un centros de datos, desde el arranque en España, esto nos aporta mejoras debido al know-how, como que los equipos de frío no estén en el techo para evitar fugas, que los armarios no se muevan para evitar cortes de servicio, la seguridad física y lógica del dis positivo, la modularidad de las tomas eléctricas sin necesidad de realizar costes eléctricos”, destaca su directivo principal de Madrid.
Por parte de HP, el elemento diferenciador viene dado por la flexibilidad. Como señalaba su responsable más arriba, la flexibilidad del producto (HP POD) posibilita modificar elementos del diseño y además el uso de medidas totalmente estándar para dar soporte a equipos de cualquier fabricante. La flexibilidad es también un punto a favor de la solución desarrollada por AST (el Smart Shelter Container). “Ofrecemos una solución ciento por ciento flexible, segura, altamente eficiente energéticamente y open vendor, en un entorno de container estándar fácilmente transportable”, asegura Angela Carson de AST.
En lo que respecta a los centros de datos en containers de APC by Schneider Electric, los responsables de la compañía nos explican que han sido diseñados para contener equipamiento de energía, refrigeración y TI en medidas estandarizadas que pueden ser diseñadas y escaladas según la demanda. “Esta nueva e innovadora propuesta para adaptarse a los retos que actualmente plantean los centros de datos está aún en los primeros estadios de la evolución del mercado. Schneider Electric, como proveedor de soluciones para centros de datos en fila desde la planta al enchufe está posicionado idealmente para apoyar las necesidades del mercado en este sector con tecnologías probadas, diseño experto y un servicio con aptitudes reconocidas mundialmente”, dice Diego Astrada.
Por otro lado, cabe destacar que esos containers se pueden configurar en distintas medidas gracias a un socio fuerte y una red de servicio. Pueden ser desplegados en periodos relativamente cortos de tiempo y Schneider Electric prevé que una variedad de arquitecturas evolucionará con la aplicación de containers, incluyendo Stand-Alone, Multi-Module o arquitecturas de Building Integrated.
Por último, la solución ICE Cube de SGI presenta, en opinión de Emilio Permuy “el menor ratio de PUE del mercado, inferior a 1,12”. Por otra parte, el directivo de SGI menciona el hecho de que el uso de servidores half-depth, que pueden instalarse por parejas en cada bandeja de un rack, “incrementa la capacidad y la densidad de nuestros contenedores muy por encima de lo que nuestros competidores pueden hacer. Este tipo de servidores se instalan espalda contra espalda de forma que esta queda inaccesible y se utiliza únicamente para ventilación. Todos los conectores de los equipos están en su parte frontal permitiendo este tipo de disposición”.
Más allá de estas diferencias técnicas, de diseño y modulares, nos quedamos con la idea de que todos los productos desarrollados por los expertos cumplen con el objetivo principal que se le pide una solución de este tipo: eficiencia, escalabilidad, portabilidad y, sobre todo, ahorro de costes. Y en los tiempos que corren, esto no es poca cosa.