Antes de hablar de FTTO (Fiber to the Outlet/Office) conviene recordar a grandes rasgos, qué son las fibras ópticas. Se trata de hilos finísimos (típicamente 125 micras), compuestos por un núcleo transparente, de silicio o de plástico, recubierto por una envoltura con índice de refracción ligeramente más bajo que el del núcleo, y que guían la luz mediante la “reflexión interna total”. Constituyen así un medio para transportar información de un punto a otro en forma de luz (fotones), a diferencia de los cables de cobre que la transportan mediante señales eléctricas (electrones) y de los sistemas inalámbricos que utilizan para ello señales radioeléctricas.
Las fibras ópticas son el medio ideal para transmisión de información en las infraestructuras fijas de comunicaciones. Si nos atenemos al ancho de banda, la fibra dispone de 150 THz. Por otra parte, los cables de cobre operan hasta 1 GHz y los sistemas inalámbricos Wi-Fi disponen de 400 MHz. Esto supone que una sola fibra tiene 150.000 veces más ancho de banda que un cable de cobre y 375.000 veces más que un enlace Wi-Fi.
En lo que se refiere a la distancia, tanto los cables de cobre para datos como los sistemas Wi-Fi permiten enlaces típicos de 100 metros. Las fibras ópticas, dependiendo de la ventana de operación y el tipo de fibra, pueden llegar en las redes locales a más de 500 metros con fibras multimodo y a más de 10 kilómetros con fibras monomodo. En los enlaces de telecomunicaciones de larga distancia se pueden superar los 100 kilómetros sin repetidores intermedios.
Todas estas ventajas han hecho que, según ha evolucionado la tecnología, las fibras hayan “conquistado” primero las redes de interconexión entre centrales de las operadoras de telecomunicaciones con las jerarquías digitales PDH y SDH, después las redes de acceso para la conexión de los usuarios finales con la FTTH (Fiber To The Home), y ahora, con la “Tercera Ola”, la fibra ha llegado por fin a las redes locales con la FTTO (Fiber to the Outlet/Office).
Las ventajas técnico – económicas de las fibras ópticas son múltiples: elevado ancho de banda que ofrece una gran capacidad de transmisión de información, reducida atenuación que permite grandes distancias, conservación de la calidad de los parámetros frente a circunstancias temporales y ambientales, no estar afectadas por las interferencias electromagnéticas, aislamiento eléctrico, protección de la información frente a manipulaciones exteriores, reducido diámetro, extraordinariamente ligeras, muy baja tasa de errores de transmisión, etcétera. Algunas fortalezas de las fibras ópticas suponen también limitaciones: no conducen electricidad y no permiten movilidad, pero resulta evidente, como ya se ha dicho, que son el medio físico idóneo para las infraestructuras fijas.
El trío de clásicos: Cobre, fibra y Wi-Fi
La infraestructura de red es esencial para todas las organizaciones, al ser la base de sus Sistemas de Información. Por ello, debe estar preparada para el futuro, ser segura, escalable, flexible y garantizar la protección de la inversión durante todo su ciclo de vida.
Los Sistemas de Cableado Estructurado clásicos (SCE) tienen una arquitectura en estrella jerárquica (planta, edificio, campus), múltiples elementos de administración y distribuidores de cobre (cuartos y armarios de cableado) para el tendido de planta, que limitan la longitud máxima de canal a 100 metros. La electrónica de red es centralizada y su redundancia limitada.
Debido a las ventajas ya mencionadas, hace ya mucho tiempo que se propusieron soluciones de “fibra al puesto de trabajo”, que no han tenido ningún éxito, pues la conectividad universal de los equipos es de cobre con conectores RJ45/RJ49, y en muchos casos necesitan alimentación con PoE. Por otra parte, las fibras no permiten la movilidad, por lo que no pueden competir en este ámbito con los sistemas Wi-Fi.
El nuevo paradigma FTTO
Hoy en día, la evolución tecnológica y la consiguiente reducción de costes de las fibras ópticas y la electrónica de red Ethernet, han hecho posible superar las limitaciones de los sistemas clásicos de cableado. La tecnología FTTO combina el despliegue con fibras ópticas a electrónica distribuida, conectividad universal de cobre con operación en modo eficiente EEE y alimentación con PoE+, para conectar los terminales o los puntos de acceso Wi-Fi. Esto hace posible minimizar el coste de la infraestructura, un despliegue más rápido, una operación más eficaz, un mantenimiento más sencillo, reducción del consumo energético, y aumento de la fiabilidad y seguridad. Todo ello supone una reducción sustancial de los costes, tanto de CAPEX como de OPEX.
En el ámbito de las redes de operadores de telecomunicaciones, la fibra óptica ha sustituido totalmente al cobre. Hasta ahora, en el ámbito de las redes locales corporativas y residenciales, que tienen distintas limitaciones y necesidades que aquellas, se sigue desplegando cobre. Sin embargo, igual que los pares telefónicos han sido sustituidos por FTTH, el cobre será sustituido en las redes locales por la tecnología FTTO. Este paradigma tecnológico permite llevar fibra óptica a la roseta y cobre o Wi-Fi a los terminales, mediante micro-switches distribuidos. La clave de la tecnología no es exclusivamente la fibra, como en las soluciones de fibra al puesto de trabajo, sino la combinación de fibra a la roseta donde la electrónica distribuida permite conectar con cobre/Wi-Fi a los terminales fijos y móviles. Lo valioso realmente es el conjunto, que no sólo aporta ventajas desde el punto de vista de la infraestructura de cableado, sino también de la electrónica de red.
Ámbitos de aplicación y topologías
Hasta la aparición de la tecnología FTTH, la fibra se ha considerado más delicada de instalar, cuidar y mantener. Pero la idea de que instalar la fibra es algo delicado y complejo desaparece totalmente de la cabeza cuando ves la instalación de un acceso de fibra FTTH: el técnico conecta la OLT en un “pis-pas”, y aquello ya no vuelve a dar ningún problema, a diferencia de lo que ocurría con el ADSL y los pares de cobre.
Las nuevas soluciones basadas en FTTO son aplicables para las Infraestructuras de redes locales en entornos corporativos y residenciales, y especialmente para infraestructuras de gran escala: Hospitales, Universidades, Administración Pública, Defensa, Transporte, Aeropuertos, Ferrocarriles, Autopistas, Energía, Smart City, Micro-Grids, Industria, Fábricas, Puntos de Acceso Wi-Fi, etcétera.
Por otra parte, su extraordinaria flexibilidad soporta múltiples topologías: lineal, estrella pura, anillo puro, anillo físico con estructura de estrella lógica, anillo redundante (RSTP/MRP) y estrella lógica con redundancia, que permite una mayor adaptabilidad de los medios físicos a las necesidades del usuario, con una sustancial reducción de costes en la electrónica de red.
Conclusiones finales
En resumen, la tecnología FTTO supone un punto de inflexión tecnológica en la que la fibra sustituye al cableado fijo de las redes locales, manteniendo la conectividad final de los equipos con cobre. Del mismo modo que nadie se plantea instalar pares telefónicos para las redes de acceso de telecomunicaciones, hoy en día ya no tiene sentido desplegar cobre para los enlaces permanentes de las redes de área local.
Esta solución permite una reducción de costes entre el 20 y el 50% respecto a los sistemas clásicos, siendo además más sencilla, económica, segura, robusta, y fácil de mantener. Entre muchas otras ventajas, reduce la sección del cable por conexión a la milésima parte y el consumo de energía en un 80%, aumentando la longitud de canal de 100 metros a más de 10 kilómetros, y sin interferencias electromagnéticas. ¿Se puede pedir más?