El crecimiento del tráfico de datos está siendo imparable. Según el Ericsson Mobility Report, presentado en el mes de noviembre de 2016, a nivel mundial el tráfico móvil de datos crecerá en un factor 8x, pasando de 8,5 Exabytes / mes (8,5 x 109 GB) a 69 EB / mes en 2022. Si nos fijamos en Europa Occidental, el tráfico por smartphone pasará de 2,7 Gb/mes a 22 Gb/mes en 2022. Asimismo, destaca que el vídeo- que ya representa el 50% del tráfico total en redes móviles- seguirá siendo el principal impulsor de este incremento exponencial, y llegará a representar cerca del 75% del tráfico en 2022.
Por otra parte, el último Informe Cisco VNI, indica que el tráfico IP global se multiplicará casi por tres en los próximos cinco años, alcanzado 2,3 Zettabytes anuales en 2020 (incremento interanual del 22%). En España, el tráfico IP se multiplicará por 2 en este período, alcanzando 25 Exabytes anuales en 2020 (crecimiento interanual del 18%).
Este auge en la transmisión y consumo de datos está afectando inevitablemente a las redes pues impone mayores requisitos de ancho de banda y escalabilidad para los proveedores de servicios, empresas y Administraciones; pero también nuevos requisitos de inteligencia, automatización, analítica y seguridad. Las redes están así evolucionando para soportar los miles de millones de conexiones entre personas, procesos, datos y objetos, el ascenso exponencial del vídeo, la movilidad y los servicios cloud. Y para aprovechar las ventajas de la transformación digital se requiere una nueva plataforma de red diseñada para ser flexible, programable y abierta; capaz de unificar las conexiones celulares y Wi-Fi; y con seguridad, escalabilidad y capacidad de automatización.
Sobre este tema, Fernando Corredor, director de marketing de Nokia, razona que las infraestructuras que tenemos en la gran mayoría de las redes globales se diseñaron hace decenas de años. Son redes típicamente jerárquicas, inicialmente diseñadas para pocos servicios, que no pueden evolucionar para ser eficientes en rendimiento a un coste razonable para la demanda de nuevos servicios que estamos ya experimentando. Además, son redes con una arquitectura diseñada principalmente para comunicaciones entre personas, de humano a humano. En la práctica el incremento de tráfico que estamos experimentando se traduce en un peor servicio a los clientes, en tener que ir “parcheando” las redes para poder soportar el tráfico, donde los operadores acometen incrementos de capacidad en la red según aumenta la demanda, o según van apareciendo problemas de saturación.
Otra opinión expresa José Manuel Armada, director de Ingeniería de Clientes de Interoute Iberia, pues considera que aunque el crecimiento exponencial en la demanda de ancho de banda es imparable, la tecnología está dando las respuestas adecuadas. Así, en las redes de acceso, las arquitecturas basadas en el uso de infraestructuras heredadas como el par de cobre están siendo reemplazadas rápidamente por otras tales como la fibra óptica y tecnologías híbridas (FTTx) de forma que casi la mitad de las líneas de banda ancha fija tienen ya una velocidad de 30 Mbit/s o más. Por otro lado, en las redes de transporte, las tecnologías ópticas (Optical Transport Network) permiten ya proporcionar múltiples canales de hasta 100 Gbit/s con una capacidad total por cada par de fibras de 12 Tb/s, que pueden ser agregados de forma lógica en caso necesario. Con todos estos avances, Armada pronostica que “en 2017 observaremos otras tendencias y cambios en el uso y en las arquitecturas de las redes. Por una parte, la disponibilidad de ancho de banda abundante en la red de acceso permite construir soluciones híbridas para los usuarios (mediante combinaciones MPLS/Internet) utilizando arquitecturas SD-WAN, a un precio muy competitivo. Y por otra, aunque pueda parecer contradictorio, para las aplicaciones críticas, cada vez se confiará menos en Internet como plataforma principal de transporte y se optará por conexiones privadas a las nubes, para aumentar la seguridad”.
Iván Rejón, director de Estrategia, Marketing y Comunicación de Ericsson Iberia, cree que este crecimiento está modificando las propias expectativas que el usuario final tiene de las prestaciones de la red de acceso. En este sentido, cobran una relevancia cada vez mayor conceptos como el de “app coverage” que pretende garantizar una determinada experiencia de usuario, no en términos de cobertura “genérica” de red, sino considerando las aplicaciones que los usuarios están utilizando en sus dispositivos (voz, música o video), en un área geográfica determinada. Con esta disyuntiva sobre la mesa, los operadores tienen por tanto la necesidad de refinar o incorporar nuevos parámetros de gestión de sus redes que permitan correlar mejor criterios técnicos con criterios subjetivos como el Net Promoter Score.
Si nos centramos en las redes corporativas, Jorge Arasanz, director técnico de redes, y Javier Cruz, director técnico comunicaciones de Alcatel-Lucent Enterprise, observan que actualmente estamos próximos al vórtice del punto de confluencia de varios aspectos que van a modificar nuestra concepción de las redes de datos empresariales como la proliferación de dispositivos dentro de las empresas; las nuevas formas de comunicación que empujarán hacia una nueva transformación, motivada por las necesidades de ancho de banda; la dependencia del Wi-Fi, que fuerza a las empresas a dotarse de infraestructuras WLAN competentes; y la necesaria evolución en la parte cableada (LAN) hacia interfaces multi-gigabit, con velocidades de 2,5Gbps, 5Gbps y 10Gbps, que serán normales en los conmutadores de acceso. Esta evolución va a marcar, posiblemente un cambio en la tendencia, servidores, portátiles y dispositivos IoT aprovecharán los nuevos anchos de banda… “Quién sabe si para comenzar la aceleración inversa del péndulo, desde la nube, de nuevo a entornos abiertos, distribuidos”, opinan. “Es de esperar que en 2017 veamos aparecer nuevos puntos de acceso WLAN con múltiples interfaces de radio, simultaneando canales en la banda de 5GHz. Conmutadores Ethernet de acceso con capacidades de reconocimiento de aplicaciones a L7, y con velocidades de acceso 100/1G/2.5G/5G/10G”, a lo que añaden: “Más rápido, más ancho de banda, y más control, sobre todo con protocolos abiertos y estandarizados como SPB, que permitirán poner un poco de orden en todo este ecosistema de IoT, terminales, servidores y nubes”.
Puede leer el artículo completo en el número de enero de Redes & Telecom en el Kiosco de BPS.
Se tratan temas como los siguientes:
-Las máquinas también quieren comunicarse
-Fibra, 4G, 5G…
-Infraestructura a la última
-España Digital