Ya no nos sirve con estar conectados, ahora queremos tener una conexión de calidad en cualquier sitio. Y en España conseguir este objetivo no es tan sencillo con la cantidad de zonas de difícil acceso.
Con Covid-19 la sociedad recurrió al teletrabajo, a la tele-educación, los juegos en línea y las videoconferencias y elevó las exigencias del consumidor, que quería hacer lo mismo que hacía en la ciudad, pero en el pueblo. Ante este hecho, quedó patente que muchas infraestructuras resultaban insuficientes para tales anhelos.
Sin embargo, la pandemia también ha despertado la conciencia de los ayuntamientos que se han dado cuenta de la importancia de apoyar estas inversiones que están ahogando a muchos ISP y pequeñas operadoras, empresas que están dando el do de pecho para llevar Internet a localidades olvidadas por los grandes carrier. Pero muchas de estas ayudas son escasas en comparación con el enorme esfuerzo inversor que están realizando estos actores. Para colmo, el usuario no está dispuesto a pagar y la guerra de precios está a la orden del día.
Pese a estas complicaciones, la tecnología continúa evolucionando para abaratar costes, la demanda sigue creciendo y los servicios se van optimizando. Se perfila así el momento idóneo para abordar estos despliegues, pero con grandes retos a la vista: la educación del consumidor, la búsqueda de cooperación en la industria y una mayor implicación práctica de las administraciones públicas.
Ya puedes leer las principales conclusiones de este interesante encuentro organizado por Redes&Telecomen colaboración con Furukawa Electric y en el que han tomado parte representantes de Akiwifi, Aotec, Avanza Soluciones, Isier Soluciones, LPS y Lyntia.