El sector eléctrico es uno de los pilares del desarrollo económico e indispensable para impulsar la competitividad de cualquier país. Todas las industrias están camino a la transformación digital y sector eléctrico no es la excepción, por ende, la cuarta revolución energética pasa por cambios tecnológicos tales como inversiones en digitalización de redes y flujos, sistemas de energía descentralizados, entre otros.
La Energía 4.0 implica un crecimiento sustancial en la generación de datos y pone foco en la necesidad de una mayor eficiencia en el desarrollo productivo. Para ello es indispensable automatizar los procesos incorporando el uso de nuevas tecnológicas como Inteligencia Artificial, Machine Learning, Big Data e IoT que permitan procesar, gestionar y administrar datos, para aportar valor a través de incrementos en la productividad y controles más eficientes en la administración de los costos asociados a la operación.
Las empresas de energía pueden contar con el uso de Network Digital Twin, un modelo 3D que mejora la calidad del servicio, facilita las inspecciones de la red las cuales se pueden llevar a cabo con realidad aumentada, y brinda la oportunidad de realizar mantenimiento correctivo, ya sean reparaciones rápidas o mantenimiento preventivo para identificar un riesgo y actuar según sea necesario.
En la actualidad, la industria de energía eléctrica enfrenta un gran desafío puesto que los consumidores finales, industriales y el comercio deben estar en la capacidad de producir su propio suministro a través de energías renovables, lo que supone que el operador del sistema debe considerar una inyección de potencia eléctrica en una red que antes estaba solo dispuesta para el consumo.
Adicionalmente, con la aparición y adopción de medios de transporte más amigables con el medio ambiente, las redes de distribución inteligentes y los consumidores están más exigentes, lo cual es necesario garantizar que la red sea segura, fiable, de alta disponibilidad y calidad a través de redes inteligentes (smart grid) para combatir pérdidas, medidores de consumo inteligente, almacenamiento de energía y microrredes para sistemas aislados y movilidad (cargadores para vehículos eléctricos).
Con un panorama como este, y teniendo en cuenta la complejidad del tejido de las redes eléctricas, las soluciones de fibra óptica se convierten en un aliado ideal, capaz de soportar ambientes de misión crítica.
Por ende, es esencial contar con una infraestructura de fibra óptica capaz de soportar las duras exigencias y solventar el crítico nivel de conectividad. Dicho material aporta ventajas operacionales, tales como la resistencia a la acción de la intemperie, rayos UV, polvo, humedad, interferencias electromagnéticas, vibraciones, acción de agentes químicos – como aceite e hidrocarburos – altas temperaturas e incluso fuego (no propaga la llama en situaciones de incendio).
La fibra óptica aporta ventajas operacionales y tiene un impacto positivo a nivel ambiental
Además de los beneficios tecnológicos, la fibra óptica tiene un impacto positivo a nivel ambiental al contribuir, por ejemplo, en la reducción de emisión de CO2 en la atmósfera. Por su parte, este sistema de cableado no necesita un espacio amplio para su instalación, lo que reserva recursos a las empresas como salas técnicas, racks para acomodación de los cables y pérdidas de materiales durante la instalación. También, permite el ahorro de energía eléctrica dado que funciona con elementos pasivos sin necesidad de equipos intermedios. Su vida útil es otro tema para destacar: las soluciones son a prueba de futuro, ya que la fibra tiene una capacidad virtualmente infinita para transporte de datos y larga duración por encima de cualquier otro medio físico.
Según la consultora McKinsey, la transformación digital de las empresas de servicios públicos puede conducir a una reducción de hasta un 25% en gastos operativos y las ganancias entre el 20% y el 40% en áreas como seguridad, confiabilidad, satisfacción del cliente.
Soluciones de comunicación para redes de energía
Furukawa Electric ha desarrollado soluciones que cubren las necesidades de las cuatro etapas del sistema eléctrico: generación, subestación, transmisión y distribución. Dichas soluciones consideran las plantas fotovoltaicas y eólicas (que crecen en implementación y participación de mercado), las comunicaciones, la interoperabilidad de los distintos dispositivos electrónicos inteligentes y los modelos de operación de las redes eléctricas smart grid y self-healing, entre otros.
Estas soluciones tienen como objetivo permitir a sus clientes reducir riesgos, evitar fallas y paradas en la operación, tomar decisiones asertivas y rápidas, y modernizar las redes de comunicación alámbricas e inalámbricas.
Sumado a esto, la compañía brinda consultoría, con soporte a la operación con ingeniería especializada desde el prediseño hasta la postventa, capacitaciones y soporte a los equipos de trabajo, confiabilidad, a través de una infraestructura de red datos basada en conectividad robusta que evita situaciones de inestabilidad, e inteligencia, con un portafolio adecuado de soluciones y productos preparados para soportar las nuevas aplicaciones.