Hispasat se ha unido a un consorcio internacional seleccionado por la Agencia Espacial Europea (ESA) y liderado por Telespazio, una joint venture entre Leonardo (67%) y Thales (33%); cuyo objetivo será estudiar el diseño de una infraestructura espacial para proporcionar servicios de comunicaciones y navegación por satélite alrededor la Luna (LCNS, por sus siglas en inglés), similares a los utilizados en la Tierra.
El estudio forma parte de la iniciativa Moonlight de la ESA, que definirá la arquitectura satelital y el modelo de prestación de servicios económicamente viables a las diversas plataformas que orbiten alrededor de la Luna, así como a los asentamientos en bases lunares y a los vehículos que utilicen los astronautas (rovers, módulos de aterrizaje…). Asimismo, el estudio tiene previsto seleccionar en su fase final a un operador para la gestión del LCNS, así como el suministro de servicios.
Por último, también analizará si es posible que el sistema LCNS interopere con LunaNet, la infraestructura que actualmente está desarrollando la NASA para apoyar las misiones de su programa Artemis.
Además de Hispasat, el consorcio incluye al operador de satélites Inmarsat; fabricantes como Thales Alenia Space, OHB y MDA; pymes como Nanoracks, ALTEC y Argotec y universidades y centros de investigación como el SEE Lab SDA Bocconi y el Politécnico de Milán.
Para Antonio Abad, director técnico de Hispasat, “las comunicaciones por satélite van a jugar un papel definitivo para garantizar el éxito de las futuras misiones de exploración lunar. Por ello, es fundamental que el sector espacial europeo trabaje de forma conjunta en esquemas de colaboración público-privada a la hora de definir los servicios que serán demandados en estas misiones y que se cuente con la experiencia de un operador de satélites como Hispasat para garantizar la mayor eficiencia y robustez en este diseño”.
Durante los próximos 10 años, se estima que habrá en torno a 80 iniciativas públicas y privadas dedicadas a la exploración lunar. Con este consorcio se estudiará cómo dar respuesta a la necesidad de la ESA de definir una infraestructura satelital que satisfaga los requerimientos de las agencias espaciales y las compañías privadas que, en un futuro no demasiado remoto, darán origen a una verdadera “economía lunar”. Por ello, en el estudio se incluye la creación de diferentes estándares y modelos de servicio para misiones lunares basados en el análisis de mercado de los próximos años y de las necesidades futuras de los usuarios.