Para cualquier empresa que use tecnología digital, la red actúa como un sistema nervioso central que hace que los datos fluyan por toda la organización. Aruba, una empresa de Hewlett Packard Enterprise, advierte sin embargo que las redes existentes en muchos casos suelen ser rígidas y difíciles de reconfigurar o gestionar. Por ello, ante las crecientes exigencias de los negocios en eficiencia, soporte a unas organizaciones cada vez más distribuidas, incremento exponencial de los dispositivos IoT conectados y ante los retos de la seguridad, las empresas necesitan acometer una seria modernización de sus redes corporativas.
“La modernización de la red puede parecer, a primera vista, un simple ejercicio de actualización de su infraestructura actual, pero es mucho más”, explica Pedro Martínez Busto, Business Development Manager para el Sur de Europa de Aruba. “Se trata de un proceso de evolución continua que no solo mantiene a la organización al día con las últimas tecnologías, sino que proporciona una base ágil para que la misma avance en su transformación digital, aprovechando los nuevos enfoques en seguridad, gestión, arquitectura y modelos de consumo”.
Las deficiencias en la red no sólo pueden suponer una pérdida de prestaciones, sino que su adaptación a nuevas exigencias acarrea a veces graves problemas operativos. Ampliar unas redes obsoletas para dar soporte a miles de usuarios y dispositivos en distintos lugares supone un trabajo muy manual que afecta al rendimiento y causa descontento entre los usuarios, además de desviar recursos de las iniciativas estratégicas y hacer que se produzcan, con frecuencia, lagunas en la seguridad.
Aruba identifica las cinco áreas claves para dotar a los negocios de una mejora real en rendimiento, automatización, seguridad y agilidad.
Cinco principios a seguir en la modernización de la red
1. Conectividad y escalabilidad
El trabajo en remoto, el crecimiento exponencial de IoT y los nuevos modelos empresariales emergentes del mundo post-pandémico están creando entornos de trabajo hiper-distribuidos. Para las redes basadas en arquitecturas VLAN tradicionales, estas nuevas demandas crean los problemas de escalado antes mencionados.
Los nuevos protocolos y arquitecturas son esenciales para el escalado y la conectividad. Se trata de un proceso que se puede facilitar de varias maneras. En primer lugar, optar por una solución de Gestión y Orquestación cloud nativa, que se consuma en la nube o en las propias instalaciones de la organización, que añadirá agilidad y capacidad de evolución muy necesarias para adaptarse a los requerimientos actuales y futuros. Junto con ello, la modernización de la WAN con soluciones SD-WAN puede ser otro paso clave, ofreciendo mayor flexibilidad, eficiencia y ahorro de costes. La clave es seleccionar un enfoque que no requiera la sustitución total de la infraestructura de red actual de la organización, sino encontrar soluciones que puedan coexistir con la misma.
2. Automatización impulsada por Inteligencia Artificial (IA)
Los datos que generan las redes modernas van mucho más allá de lo que los seres humanos podemos supervisar, analizar o gestionar por nosotros mismos. La respuesta a este reto es la automatización o, más concretamente, la automatización de las operaciones impulsada por la Inteligencia Artificial (IA), también conocida como AIOps.
La AIOps permitirá a los equipos de TI automatizar tareas repetitivas que consumen mucho tiempo, como la gestión de la configuración, mientras se centran en tareas más estratégicas. Desde el despliegue del Día Cero hasta la gestión continua en el día a día, AIOps ofrece una forma real y tangible para que las organizaciones mejoren la eficiencia y la eficacia de sus operaciones de red.
3. Seguridad
Una seguridad eficaz y actualizada es absolutamente vital, pero las redes existentes con procesos manuales son propensas a errores humanos y a vulnerabilidades. Los equipos de TI pueden contrarrestar esto mediante la integración de las funciones de red y seguridad con los marcos de seguridad Zero Trust y SASE. El principio fundamental de estos marcos es que los permisos de acceso son totalmente independientes del método de conexión. Zero Trust garantiza que todos los dispositivos y usuarios que acceden a una red son identificados y autentificados antes de proporcionar cualquier tipo de acceso mediante políticas de seguridad predefinidas.
4. Flexibilidad y agilidad
Las soluciones nativas de la nube no sólo pueden proporcionar un único punto de visibilidad y control para la red cableada, inalámbrica y WAN, sino que permiten a las organizaciones mantener su ventaja competitiva mediante la entrega continua de nuevas funcionalidades, a través de actualizaciones SW.
Las organizaciones que todavía no han empezado a apoyarse en la nube para su gestión de la red pueden empezar con un entorno pequeño y ser selectivas. Un buen punto de partida son los entornos de trabajo remotos, en los que es primordial crear la misma experiencia para los trabajadores híbridos que para los de la oficina.
5. Uso de modelos “As a Service”
Para muchas organizaciones supone un reto financiar la rápida adquisición, implantación y gestión de nuevas soluciones de red. La aparición de modelos alternativos de consumo y despliegue, como la autoprovisión de servicios o los servicios gestionados, ofrece una solución a este reto. El enfoque de la red como servicio (NaaS) permite disponer de nuevas soluciones de red con rapidez, al tiempo que permite a las organizaciones optimizar sus presupuestos de inversión o escalar en función de las necesidades.
A través de los modelos NaaS, las organizaciones pueden aliviar la carga de los equipos de TI y el tiempo necesario para la planificación y búsqueda del presupuesto para la red, mediante la entrega de hardware, software y servicios a través de una suscripción mensual.