Las redes en 2030: Por qué es esencial un futuro abierto

Publicado el 28 Oct 2022

Gloria Touchard, directora técnica Corporativa de Nokia.Una alerta aparece en el centro de control de un proveedor de electricidad de New Hampshire en pleno invierno. Nokia.

Es el año 2030, dentro de ocho años. Una alerta aparece en el centro de control de un proveedor de electricidad de New Hampshire. Una línea eléctrica en una zona remota y montañosa del estado se ha cubierto de hielo, amenazando con interrumpir el suministro a los residentes en pleno invierno.

Se trata de una red eléctrica resistente, dotada de nuevas tecnologías. Una amplia red de sensores ya ha identificado los tramos afectados y se ha desplegado automáticamente un enjambre de drones descongeladores que trabajan juntos para retirar el hielo de los cables. La alerta al centro de control incluye la transmisión de vídeo de los drones, mostrando que el problema se ha solucionado y que se ha evitado el corte de suministro.

Esta es solo una pequeña muestra de cómo nuestro mundo en 2030 utilizará tecnologías avanzadas para ser más eficiente, automatizado y sostenible. Es un mundo en el que el metaverso estará en camino de convertirse en realidad: combinando conceptos como los gemelos digitales, la realidad extendida (XR) y la fusión digital-física para permitirnos crear, colaborar y comunicarnos de formas que apenas estamos empezando a imaginar.

La red es la base de nuestra visión tecnológica de 2030. Ninguna de las ventajas de las otras tecnologías puede lograrse sin redes robustas, seguras y de alto rendimiento para conectar a las personas y las cosas, y para transportar grandes volúmenes de datos de forma instantánea.

Como operadores de las redes 5G-Advanced y de las futuras 6G, los proveedores de servicios de comunicaciones (CSP) deberían encontrar esta perspectiva apasionante.

“La red tiene una serie de características críticas que requerirán una colaboración abierta tanto a nivel empresarial como tecnológico”

En nuestra visión para 2030, la red tiene una serie de características críticas que requerirán una colaboración abierta tanto a nivel empresarial como tecnológico.

Los estándares abiertos permitirán una nueva red de redes omnipresente

Una “red de redes” en la que las redes fijas, móviles y satelitales trabajarán juntas sin fisuras para ofrecer una cobertura universal de alta velocidad y gran capacidad. Las normas abiertas desempeñan un papel fundamental en este sentido, ya que requieren la colaboración de todo el sector de las telecomunicaciones y de otros sectores, sobre todo porque la actual tendencia a la desglobalización crea el riesgo de fragmentación de las normas.

La red de redes conectará a todos y a todo, garantizando que nadie se pierda las ventajas del nuevo mundo físico-digital.

Las soluciones especializadas exigen un enfoque abierto de la innovación

Una de las mayores evoluciones que se exigen a las redes del mundo -y a los operadores que las suministran- es la capacidad de soportar una enorme variedad de casos de uso para los consumidores y para la industria.

Para satisfacer esas necesidades, los CSP tendrán que trabajar con webscalers, proveedores de software independientes, proveedores de hardware y otros para desarrollar soluciones especializadas. Esto significa un gran cambio de modelo operativo: de proveedor único a actor del ecosistema.

Las API abiertas y la prestación de redes como servicio serán la clave

La red tendrá que ser más abierta, para que sus funciones y datos puedan incorporarse fácilmente a las nuevas soluciones y, sobre todo, para que éstas puedan cumplir las promesas de fiabilidad y rendimiento de la red que son fundamentales para las empresas.

Esto está dando paso a un nuevo mundo de redes como servicio, en el que los componentes flexibles y las API abiertas serán la clave del éxito.

Las API abiertas son una de las formas en que los CSP pueden buscar ofrecer valor en un entorno de ecosistemas, y evitar ser relegados a sólo la capa de pura conectividad. Los proveedores de servicios tendrán que abrir sus redes como una plataforma para que otros construyan sobre ella.

Uno de los aspectos más importantes de esta transición es conseguir una cultura organizativa en la que la apertura sea la configuración predeterminada. Se trata de un cambio cultural fundamental, por lo que se necesita una renovación con respecto a la nueva forma de pensar y a los nuevos talentos que llegan.

Las posibilidades de 2030 y más allá empiezan a vislumbrarse a medida que avanzamos hacia el 5G-Advanced y las nuevas y revolucionarias redes 6G. Aunque no podemos imaginar todas las formas en que la red hará posible nuestras vidas en la próxima década, lo que está claro es que ningún actor puede hacerlo solo.

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Gloria Touchard

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