El Bring Your Own Device (BYOD) ha irrumpido con fuerza en las compañías de todo el mundo. El 70% de los usuarios utilizan su smartphone personal para acceder a datos corporativos, según la consultora Ovum. A pesar de ello, este uso tan extendido no se complementa de la manera más adecuada con las políticas de seguridad de las organizaciones. De hecho, el 80% de las empresas reconocen que su capacidad de gestión dentro de este ámbito no es la idónea.
Ovum ha consultado a más de 4.000 empleados de 18 países de todo el mundo, entre ellos España, y se ha encontrado con que casi la mitad de los encuestados ignora la existencia del BYOD y su funcionamiento. Los niveles de desconocimiento son siginificativamente mayores en las economías maduras con prácticas más rigidas de trabajo, como es el caso de la Europa Continental. En cambio, países como Brasil, India o Sudáfrica han tardado menos en adaptarse a la nueva corriente.
“BYOD está aquí para quedarse. Por lo tanto, es preocupante ver una proporción tan alta de empresas enterrando la cabeza en la arena cuando se trata de planificar correctamente estos procesos. BYOD multiplica el número de redes, aplicaciones y terminales para acceder a la información corporativa, que son los tres puntos principales en los que los datos son vulnerables. Si no se gestiona bien, el riesgo es enorme”, explica Richard Absalon, analista senior en Ovum.
Absalon prosigue y subraya que “es indispensable que los departamentos TI actúen rápidamente para desarrollar e implementar políticas claras que regulen el BYOD”. El analista de Ovum reconoce que el BYOD puede aportar “ventajas en términos de productividad y eficiencia, sin embargo, para que esto sea una realidad, hay que gestionar correctamente los procesos, las políticas y las personas”.