Extreme Networks ha anunciado que por segundo año consecutivola liga profesional de fútbol americano(National Football League, NFL) ha decidido confiar en la solución de analítica de aplicaciones Purview para esta nueva edición de la Super Bowl XLIX.
La NFL utilizará la tecnología de analítica de aplicaciones en red de Extreme Networks para monitorizar y medir el uso que los aficionados hacen de las aplicaciones móviles durante los encuentros deportivos. Purview proporciona a los equipos de la NFL visibilidad prácticamente en tiempo real del uso de dispositivos móviles y de la experiencia de usuario en los estadios, lo que permite a cada club desplegar nuevas aplicaciones y servicios en función del uso y de los intereses de los aficionados que asisten a los partidos.
Por otro lado, la NFL ha puesto en marcha con la colaboración de Extreme Networks un programa denominado Wi-Fi Coach, orientado a dar soporte a los usuarios de dispositivos móviles para facilitarles el proceso de conexión por Wi-Fi dentro de las instalaciones del estadio, y disfrutar así al máximo de las aplicaciones y servicios que se ofrecen al aficionado. Utilizando herramientas de colaboración, el programa permite interacturar y comunicarse en tiempo real con los usuarios, para ayudarles a utilizar las aplicaciones de la Super Bowl.
Como comenta Michelle McKenna-Doyle, CIO de la NFL, “tratamos de proporcionar la mejor experiencia a los aficionados que asisten a los encuentros. Con las capacidades de analítica avanzada de que disponemos, podemos analizar el modo en que los fans interactuan con la red y aprovechar ese conocimiento para mejorar la experiencia en día de partido. El programa Wi-Fi Coach además, es una ayuda muy útil para que los usuarios puedan sacar el máximo partido a su conexión Wi-Fi durante el partido”.
En la actualidad, la tecnología Wi-Fi de Extreme Networks está desplegada en siete estadios de fútbol de la NFL, y son ya un millón los usuarios los que se conectan desde sus dispositivos móviles en días de partido. Sus soluciones Wi-Fi ofrecen un gran rendimiento en entornos de alta densidad de dispositivos, como lo demuestran las estadísticas de uso de la red inalámbrica en los estadios en que están desplegadas. En cada partido de la NFL se han conectado a la red Wi-Fi una media de más de 16.000 aficionados (de los cerca de 62.000 asistentes por partido), lo que significa un 27% de los mismos, por término medio. Estos asistentes han disfrutado de un ancho de banda de 544Mbps en momentos máximo uso. En el partido entre los SeaHawks y los Green Bay Packers se alcanzó un volumen de tráfico punta de 1,4 Gbps.