El País publica esta mañana que la Comisión Europea tiene previsto anunciar hoy una multa que oscilará entre 60 y 80 millones de euros a Telefónica por un acuerdo firmado en 2010 con Portugal Telecom, a la que le aguarda otra sanción que superará los 20 millones de euros y que será inferior a los 40 millones. El motivo es el acuerdo firmado entre las dos operadoras en 2010, que tenía como objetivo no entorpecerse mutuamente en el mercado ibérico, algo que choca directamente con las normativas europeas para preservar la competencia. La Comisión avisó sobre la multa a la multinacional española el pasado lunes. El importe de la misma se establece como porcentaje sobre la facturación, por ello, la de Telefónica es mayor.
El organismo que preside Joaquín Almunia comenzó a investigar en enero de 2011. Una vez abierto el expediente, Telefónica argumentó que esa cláusula para no competir sólo se pondría en práctica en caso de que fuese legal, por lo que en el fondo era nula desde el principio. En febrero de 2011, Telefónica y Portugal Telecom decidían poner fin al acuerdo, sin embargo, el procedimiento iniciado por Bruselas siguió adelante.
Las dos operadoras firmaban ese tratado en el marco de la compra del operador brasileño Vivo por parte de la compañía española. El Gobierno de Portugal mostró entonces su preocupación ante un posible movimiento de Telefónica para entrar en Portugal a través de Vivo. El malestar del ejecutivo del país vecino llegó a oídos de la Unión Europea, que se puso manos a la obra para tranquilizar a los gobernantes portugueses.
Los responsables de competencia remarcan que digan lo que digan las operadoras el acuerdo se aplicó durante siete meses. La UE acusa a las dos compañías de compartimentar el mercado, práctica que supone un aumento en los precios y una disminución en la oferta disponible para los consumidores.